Las personas pasan cerca del 46.9% de su tiempo despierto con la mente dispersa y este estado mental generalmente conduce a la infelicidad
EL HERALDO DE MEXICO. En la interminable búsqueda de la felicidad, a menudo nos encontramos con una pregunta angustiante: ¿por qué no soy feliz? Un estudio revelador de la Universidad de Harvard, conducido por los psicólogos Matthew A. Killingsworth y Daniel T. Gilbert, ofrece algunas respuestas sorprendentes. Publicada en la revista Science, esta investigación arroja luz sobre cómo nuestros pensamientos divagantes impactan nuestra felicidad.
Los investigadores recopilaron 250 mil datos de sujetos utilizando una aplicación para iPhone. Esta aplicación contactaba aleatoriamente a 2 mil 250 voluntarios, preguntándoles acerca de su estado emocional, la actividad que estaban realizando y si sus pensamientos estaban enfocados en esa actividad o en algo más.
¿Qué es lo que me hace infeliz?
Resultó que las personas pasan cerca del 46.9% de su tiempo despierto con la mente vagabundeando, y este estado mental generalmente conduce a la infelicidad. Killingsworth apuntó que la divagación mental es un fenómeno tan omnipresente que se infiltra en casi todas nuestras actividades. La mente tiende a divagar al menos el 30% del tiempo en cualquier actividad.
Y aquí radica la paradoja: la mente humana, que tiene la capacidad única de reflexionar sobre el pasado y planificar el futuro, paga un alto precio emocional por esta habilidad. El análisis también refiere que solo el 4.6% de nuestra felicidad está relacionada con la actividad específica que estamos realizando. Esto refuerza la idea de que la clave de la felicidad podría ser aprender a “estar aquí y ahora”.
Según el estudio, las personas eran más felices cuando estaban plenamente involucradas en actividades como hacer ejercicio, mantener una conversación significativa o hacer el amor. Por el contrario, momentos de descanso, trabajo o el uso de la computadora se asociaron con niveles más bajos de felicidad.
¿Cómo ser feliz?
Killingsworth y Gilbert concluyen que numerosas tradiciones filosóficas y religiosas tienen razón al enseñar que la felicidad se encuentra en el momento presente. Y es que nuestra habilidad para pensar en cosas que no están sucediendo puede ser nuestro más grande logro cognitivo, pero también nuestra mayor fuente de descontento.
Si te encuentras preguntándote por qué no eres feliz, quizás debas prestar atención a dónde se dirigen tus pensamientos. No se trata solo de qué estás haciendo, sino de dónde está tu mente mientras lo haces. Es hora de reconsiderar cómo nuestros pensamientos errantes pueden estar saboteando nuestro bienestar emocional.
¿Cuándo ir al psicólogo?
Buscar ayuda profesional psicológica es crucial cuando no te sientes feliz porque, a diferencia de amigos o familiares bienintencionados, un psicólogo tiene las herramientas y el entrenamiento necesarios para identificar la raíz de tus emociones. Además, puede ofrecerte estrategias específicas y personalizadas para enfrentar tus problemas, creando un espacio seguro para explorar tus pensamientos y emociones sin juicio. No se trata solo de aliviar el dolor momentáneo, sino de proporcionar habilidades duraderas para afrontar la vida de manera más saludable.
La depresión no siempre se manifiesta de la misma manera en todas las personas, pero algunos signos comunes incluyen un sentimiento persistente de tristeza, pérdida de interés en actividades que antes eran gratificantes, cambios en el apetito y en los patrones de sueño, y una disminución en los niveles de energía. También se pueden notar dificultades para concentrarse, sentimientos de desesperanza y pensamientos suicidas. Si notas alguna de ellas, deberías considerar acudir con un psicólogo.
