Por Antonio Zamora
Hoy iniciaremos con una pregunta a nuestras lectoras y lectores sobre el accionar del gobierno de la 4t y reconocer que la federación se equivocó por la falta de medicamentos…
Cierto que se debería preguntar los padres de los niños que han fallecido por falta de medicinas: ¿Por qué después de cinco años, el señor López se dio cuenta de su error?
Sí, que les diga que después de cinco años de desabasto por fin se dio cuenta de que los gobiernos anteriores, sí estaban haciendo lo correcto…
Y júrelo que de aquí pa´delante, va a cambiar el sentir y el modo de actuar y hablar del señor López Obrador…
Y esto lo hará simple y sencillamente porque andará en campaña tratando de convencer que él nunca se equivoca o cosa parecida…
Total, para no hacer el cuento largo, después de cinco años, regresó a lo mismo por lo que queda en claro ineptitud y perversidad al mismo tiempo…
¿Y si esa fue su intención todo este tiempo?
Es decir, provocar un desabasto culpando a “loj corrutoj” de antes para después hacer como “esdeke no me deharon y tuvimoj que volver a lo anterior, pero grajiaj a nojotroj ya hay medicina otra vej”…
Y los chairopitecus aplaude y aplaude y aplaude…
Más cierto que la improvisación (sin evaluar, primero destruir y después construir) ha sido la forma de administración pública del gobierno de López…
En la capital del estado se refuerza la seguridad con la entrega de patrullas, drones y un nuevo agente canino a la policía de Saltillo…
EL PIPILA (Educación en la 4t)…
No sé si reír con llanto…o llorar a carcajadas!
Llegó un inspector de la SEP a una Secundaria Pública y le hizo saber al director que iba a realizar un reporte de evaluación sobre el conocimiento de los alumnos…
Se metió en un salón y le pidió la lista de alumnos al profesor en turno y eligió un muchacho al azar…
Le preguntó:
– Luis, ¿me podrías decir el nombre de la persona que quemó la puerta de la entrada de la Alhóndiga de Granaditas?
El joven bajó la cabeza, se puso nervioso y empezó a sudar…
– Bueno, si no puedes decirme el nombre, dime al menos su apodo…
El joven contestó, dos puntos y aparte:
– La verdad no sé, Señor Inspector, pero le juro por mi madre santa que yo no fui…
Otro muchacho tomó la palabra para decir que conocía a Luis desde hace cinco años y que era uno de los chicos más tranquilos de la colonia y podía asegurar que él no había sido…
El Inspector frunció el ceño, contuvo el enojo y les ordenó a los dos muchachos que salieran del salón y lo esperaran en la Dirección…
Interviene el Profesor:
– Señor Inspector, estoy seguro que ellos no fueron, ambos son muy tranquilos y buenos estudiantes…
Si no saben el nombre ni el apodo de quién quemó la puerta de la Alhóndiga, es porque no se juntan con pandillas. Seguramente fue alguien del turno vespertino…
El Inspector sale hecho una furia y se dirige a la Dirección para pedir la remoción del Maestro…
El director le dice: -Le pido que lo considere. El Profesor Torres, aparte de impartir la materia de Historia, da Biología, Civismo y Literatura; nunca falta a clases, lleva 14 años en esta Secundaria y tiene muchas influencias en el Sindicato…
En esta colonia no es fácil conseguir maestros. Mejor dígame qué tan dañada quedó la puerta por el incendio y veremos si la podemos reparar y si no, pues hacemos una coperacha entre los maestros del SNTE y de la CNTE y padres de familia, para comprar una nueva para la Alhóndiga…
Total, ¿Qué tan cara puede salir la puerta esa?
NOS LEEMOS MAÑANA…
P.D. Cada niño es un artista. El problema es cómo puede seguir siéndolo una vez que crece…