El pan es un elemento que no puede faltar en el altar de las celebraciones de Día de Muertos, conoce cuál es su significado
GASTROLAB. En octubre cientos de familias comienzan a preparar todo para montar el altar de muertos, el cual lleva elementos representativos de índole cultural y religioso. Como parte de las celebraciones de otoño, en México se celebra el Día de Muertos. Durante este mes en diferentes regiones de la república se comienza a preparar el tradicional pan de muerto.
El pan de muerto es un estilo de pan que es considerado de carácter ceremonial, el cual es colocado en el altar para honrar la memoria de los seres queridos durante las celebraciones de Día de Muertos. La elaboración de pan de muerto tiene su origen en la época de la Conquista y actualmente es un componente importante de las ofrendas dedicadas a los fieles difuntos.
La elaboración del pan de muerto es diferente según en la región del país en donde de prepare, varía la masa y la forma, algunos tienen forma de muñecos, seres humanos, medias lunas o redondos. El más famoso y conocido es el que se elabora en el centro del país que representa un montículo de tierra. Te contamos un poco de este tipo de pan de muerto y su significado.
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¿Qué significado tiene el pan de muerto?
Como hemos mencionado el pan de muerto que se elabora en el centro del país es de forma redonda, es similar a un bizcocho, puede estar cubierto de azúcar o ajonjolí. En esta ocasión nos enfocaremos al pan que se elabora en la Ciudad de México.
Forma. Simboliza el ciclo de la vida y la muerte. La forma circular representa un montículo de tierra con el que se cubre el féretro, según la información del Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana.
Centro. En el centro del pan redondo sobresale una bolita que representa el cráneo (mollera).
Esqueleto. En este pan redondo o montículo sobresalen la figura de huesos que representan los brazos y piernas conocidas como canillas, que son los huesos y las lagrimas derramadas por los difuntos.
En otras versiones se ha señalado que estos huesos representados en el pan simbolizan los cuatro rumbos del universo terrestre, los cuales corresponden a las divinidades mexicas: Tezcatlipoca (Norte), Huitzilopochtli (Sur), Xipetotec (Poniente) y Quetzalcóatl (Oriente).