En una tendencia notable que se está consolidando en China, muchos jóvenes profesionales están optando por despedirse de empleos estables y bien remunerados de una manera única: organizando fiestas extravagantes que celebran la salida del mundo laboral.
Usuarios de redes sociales han compartido imágenes de estas fiestas, en las que conmemoran las decisiones de alejarse de ofertas laborales «tóxicas» o de la «explotación laboral».
Los elementos esenciales de estas ‘fiestas de renuncia’ incluyen pancartas gigantes en colores rojo y amarillo, carteles a tamaño natural de la persona que está dejando su empleo, pasteles y arreglos florales, así como fajines de estilo desfile para las mujeres.
Así lo describió un joven de 27 años, quien para un reportaje del medio de comunicación CNN, relató cómo dejó su empleo estable a pesar de su estabilidad financiera, con el propósito de encontrar algo que realmente le hiciera feliz.
El fenómeno es tan grande, que incluso varias empresas de comida y entretenimiento están ofreciendo «paquetes de fiesta de renuncia» a sus clientes.Estos suelen incluir, según varias publicaciones en la red social Weibo, carteles irónicos con el tema de la renuncia y una canción especial cantada por el personal.
Sin embargo, en medio de un panorama en el que el desempleo juvenil va en aumento (el cual supera el 20 por ciento, de acuerdo con los últimos informes de la Oficina Nacional de Estadística de China), esta tendencia ha sido considerada por algunos como extraña y contraproducente.
¿Por qué los jóvenes están renunciando en China?
Este sentimiento de insatisfacción se ve agravado, según expertos, por un desajuste entre los niveles educativos y las cualificaciones de las personas y los puestos de trabajo disponibles.
Según el reportaje del medio previamente citado, la profesora de Sociología de la Universidad de Columbia, Yao Lu, explica que una proporción significativa de empleados están sobre cualificados para sus trabajos, lo que significa que sus puestos no requieren las habilidades y conocimientos adquiridos en la escuela.
Además, muchos de ellos crecieron en medio de prosperidad económica, pero ahora enfrentan salarios estancados, una cultura de exceso de trabajo y una desconexión entre sus calificaciones educativas y las oportunidades laborales disponibles para ellos.
Por otro lado, de acuerdo con un reporte de la agencia Associated Press, un creciente número de jóvenes chinos están optando por no participar en la competitiva carrera educativa tradicional. Es más, lo que hacen es salir del país, buscando escapar de la cultura laboral extremadamente competitiva, las presiones familiares y las oportunidades limitadas que enfrentan tras tres años de políticas pandémicas rigurosas.
Esto en parte se ha visto reflejado también en las cifras de la Oficina Nacional de Estadística de China, pues en junio, la tasa de desempleo urbano entre las personas de 16 a 24 años alcanzó un récord histórico del 21.3%. En julio, el gobierno dejó de publicar datos desglosados por edades, lo que suscitó preocupaciones sobre la posibilidad de que estas cifras, que son políticamente delicadas, pudieran haber aumentado aún más.