Por Ángel Santamaría y Yalina Ruiz
El Universal
CIUDAD DE MÉXICO.- Mientras cientos de mexicanos buscan salir de Israel, Mariana Salas y Aldo Guzmán decidieron quedarse al lado de sus familias. «Nos quedamos por amor», afirman.
Mariana, originaria de Saltillo, Coahuila, lleva 10 años viviendo en Israel. Tiene dos hijos con su esposo y, sobre la posibilidad de salir del país, dice a EL UNIVERSAL que no podría dejar allí a su marido.
«De la embajada mandaron para que te inscribas, pero no. No puedo dejarlo. Debatimos quién se va y por qué. Yo no lo dejo». La mexicana, que trabaja en una empresa de ciberseguridad describe que «mi cuñada se va el viernes», pero «yo me voy a esperar. Mi esposo dice: ‘Me quedo’, y así estamos muchas mexicanas».
Argumenta que su marido dice que no puede dejar Israel en estos momentos tan difíciles, tras el ataque de la organización islamista Hamas. «Es el país de mi esposo, no se siente con la moral de irse. Él trabaja en el aeropuerto y se da cuenta de cómo están sacando gente».
Al igual que Mariana, Aldo decidió quedarse junto a su esposa y su bebé en Israel. Con cuatro años viviendo en el país, el mexicano dice a este diario que su esposa tiene familia en suelo israelí.
Salir es complicado. «Ella tiene sus padres, su mamá es una persona mayor y pues para ella no es tan fácil decir me voy a México», indicó.
Aldo vivía en la Ciudad de México y actualmente trabaja para una empresa de tecnología en Israel, aunque en este momento labora de manera virtual. Aldo viajó a ese país pensando en vivir temporalmente en él. Luego conoció a su esposa y empezaron a salir.
Cuando la visa de él estaba por expirar, «ella me dijo que nos registráramos como unión de pareja ante el Ministerio del Interior para buscar mi residencia y así me quedé, nos registramos un mes después y nos casamos a los seis meses».
Aunque se queda por amor, Aldo tiene listo el plan B de regresar a México en caso de que la situación empeore. Sabe que será recibido con los brazos abiertos en la Ciudad de México.