La también llamada “flor de los muertos” irradia una energía especial previo a las fechas para recordar a los fieles difuntos
Por Wendy Riojas
LA PRENSA
Poco a poco la ciudad se tiñe de color amarillo-anaranjado por la flor de cempasúchil, un símbolo de la festividad del ‘Día de los Muertos’ que se celebra cada 1 y 2 de noviembre con la finalidad de honrar la memoria de los fieles difuntos.
De acuerdo a la tradición, la flor de Cempasúchil simboliza el Día de los Muertos en México; los antepasados asimilaban el color amarillo con el sol, razón por la cual se utilizaban en las ofrendas dedicadas en honor a sus difuntos.
La tradición marca hacer senderos con las flores de cempasúchil, desde el camino principal hasta el altar, con la finalidad de guiar a las almas hacia los altares. Y para muchos esta flor era considerada como símbolo de vida y/o muerte.
En Monclova los viveros aprovechan la celebración del Día de los Muertos para vender flor de muerto o cempasúchil y así, aprovechar la venta para decorar altares de muertos, aulas, oficinas y las tumbas de sus seres queridos.
Al exterior de la Casa Hogar Galilea, que se encuentra ubicada en la Calle Cuauhtémoc, un vivero vende la maceta de cempasúchil en 70 pesos y 2 por 120, cada una tiene de 8 a 12 flores, de color amarillo anaranjado.
René Velázquez, encargado del vivero, mencionó que para esta festividad tienen disponibles 2 mil piezas, incluso, que se encuentran ubicados en el Estadio Monclova, por la Secundaria cuatro, y al exterior de Casa Hogar Galilea.
En la entrevista, señaló: “El mero día la gente compra para los panteones, los altares de muerto y para decorar las casas y oficinas, por lo pronto está calmado, pero, la temporada son 13 días de flor de cempasúchil mejor conocida como flor de muerto”.
Cabe mencionar que, en la actualidad, gracias a su color y aroma, es uno de los elementos más representativos de las ofrendas para los muertos, ya que es originaria de México y su nombre proviene del Náhuatl “Cempohualxochitl” que significa varias flores.