Por Víctor Fuentes
Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.-La presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Piña, aceptó, en principio, la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador para canalizar fondos de los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación (PJF) a los afectados por el huracán «Otis».
La semana pasada, el Congreso aprobó una reforma para extinguir fideicomisos de la Corte, el Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal Electoral, que al cierre de septiembre tenían saldo de unos 15 mil 800 millones de pesos.
En un oficio enviado por la tarde al Ejecutivo, la Ministra aceptó a grandes rasgos la propuesta, aunque sin aclarar si se refiere a todos los fideicomisos, tres de los cuales financian pensiones complementarias de jueces, magistrados y mandos medios y superiores del PJF.
«La propuesta que se hace desde el Poder Ejecutivo al Poder Judicial representa una alternativa real que nos permitirá actuar como Estado, en defensa de su población. Trabajaremos en conjunto en conjunto por la recuperación de las personas más afectadas, para devolverles el derecho al futuro que les fue suspendido y buscar asegurarles, en el menor tiempo posible, condiciones de igualdad para poder continuar con su proyecto de vida», dice el oficio.
«Como lo he manifestado antes, desde el PJF estamos obligados a garantizar los derechos de todos los integrantes de nuestra institución. Lo anterior al margen de que, desde que inicio este año, mi administración ha venido trabajando en un proyecto de reingeniería, tanto de los fideicomisos, como del ejercicio del presupuesto asignado, con el objeto de que, por un lado, se garanticen esos derechos, y por el otro, se mejore el uso y aprovechamiento de los recursos públicos para el cumplimiento de otros fines sociales, como sin duda, en este caso se requiere», agrega.
Piña menciona que queda a la espera de la definición de un canal institucional para dialogar con la finalidad de concretar la propuesta en cuestión.
El oficio, difundido después de que el Pleno de la Corte tuvo una larga sesión privada, es un intento de reparar la relación con el Ejecutivo, que se ha ido deteriorando desde que Piña fue electa presidenta en enero pasado, luego de cuatro anos de convivencia pacífica de López Obrador con su antecesor, Arturo Zaldívar.