Por Jesús Guerrero
Agencia Reforma
ACAPULCO, Guerrero.-Un grupo de buzos de la Secretaría de Marina (Semar) realiza la búsqueda de tripulantes de embarcaciones que durante el paso del huracán “Otis” desaparecieron en la bahía de este puerto.
“Hay la versión de que los tripulantes (capitanes y marinos) se hundieron en las embarcaciones”, señaló uno de los buzos.
Un grupo de buceadores hizo una primera la búsqueda en las cercanías de la playa Manzanillo.
De acuerdo con Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (Canaco-Servitur), la fuerza del huracán provocó que muchos de los yates se hundieran.
Hasta el momento, el saldo preliminar es de 20 capitanes y marineros muertos, además de 37 desaparecidos.
Uno de los yates de recreo que se hundió es el “Aca Rey”, que atracaba en el malecón.
El piloto naval José Andrés Soberano Mellado, responsable de esa embarcación, es uno de los tripulantes que fueron hallados muertos después de su desaparición.
Soberano cuidaba la embarcación en la Bahía de Santa Lucía.
“A mí ese día (el martes 25) me dijo mi patrón que cuidara el yate y le dije que presentía que se iba a poner feo. Si no le hubiera hecho caso a mi esposa, ahorita ya estuviera muerto”, dijo el capitán de una embarcación que pidió a las autoridades que busquen a sus compañeros.
Cerca de la playa Manzanillo, donde los buzos de la Semar realizan la búsqueda de tripulantes desaparecidos, hay unos cinco yates que se estrellaron en un muro que está a la orilla del mar.
Uno de los trabajadores que reparan y le dan mantenimiento a ese tipo de embarcaciones comentó que circula la versión de que detrás de la isla La Roqueta hay varios muertos en el fondo del mar.
“Un yate cuesta mucho dinero, y los que están aquí tienen un precio de hasta 3 millones de pesos, el más barato es el velero, que tiene un valor de 900 mil pesos”, explicó.
“Muchos de los yates que navegan en la bahía de Acapulco son propiedad de gente muy conocida y de gran renombre nacional”.
Aunque no quieren revelar los nombres de los dueños de las embarcaciones, en el puerto se sabe que muchos políticos o empresarios poseen naves de lujo.
“El asunto es que muchos trabajadores que trabajan de tripulantes o marineros de las embarcaciones murieron o están desaparecidos”, añadió el empleado.