La hipertensión es conocida como la ‘enfermedad silenciosa’ porque no causa síntomas de alerta hasta en etapas avanzadas. ¿Puede causar un infarto?
La hipertensión es conocida como la ‘enfermedad silenciosa’ debido a que es capaz de dañar al organismo sin emitir señales de alerta evidentes. Sin embargo, si está mal controlada, los síntomas podrían presentarse en etapas avanzadas, dañando órganos de gran importancia. ¿La hipertensión podría causar un infarto?
La hipertensión o presión arterial alta es un trastorno que afecta los vasos sanguíneos debido a la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias cuando es bombeada por el corazón, según describen los especialistas del Instituto Médico Cleveland Clinic.
Cuanto más alta sea la presión sanguínea, mayor es el esfuerzo que debe realizar el corazón para mantener una circulación sanguínea adecuada. Por esta razón, se considera que una persona padece hipertensión cuando su presión arterial es demasiado elevada.
¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión?
Algunas personas con hipertensión pueden experimentar síntomas como dolor de cabeza, dificultad para respirar, mareos o sangrado nasal cuando su presión arterial se eleva. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos signos son inespecíficos y no son exclusivos de la hipertensión.
¿Qué órganos daña la hipertensión?
Cuando la hipertensión se convierte en un problema crónico a largo plazo, puede dañar diversos órganos del cuerpo, ocasionando serios problemas de salud. Entre ellos los siguientes:
- La hipertensión daña el cerebro: aumenta el riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular.
- La hipertensión daña los riñones: la hipertensión crónica puede dañar los pequeños vasos sanguíneos de los riñones, afectando su capacidad para filtrar adecuadamente los desechos y regular la presión arterial. Esto puede llevar a enfermedades renales crónicas o incluso a la insuficiencia renal.
- La hipertensión daña los ojos: la presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos de la retina, la parte sensible a la luz del ojo. Esto puede provocar problemas visuales, incluyendo la pérdida de la visión.
- La hipertensión daña al corazón: puede hacer que el músculo del ventrículo izquierdo del corazón se agrande y se vuelva más grueso. Esto puede reducir la eficiencia del bombeo del corazón y aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca.
¿Cómo afecta la hipertensión al corazón?
Uno de los daños más graves que causa la hipertensión sucede en el corazón, ya que la tensión excesiva hace que las arterias coronarias que suministran sangre al corazón se estrechen gradualmente, lo que favorece la acumulación de placa, grasas, colesterol y otras sustancias.
A medida que la hipertensión endurece las arterias, aumenta el riesgo de desarrollar coágulos de sangre. El problema radica en que cuando una arteria se obstruye debido a la acumulación de placa o un coágulo, se interrumpe el flujo sanguíneo hacia el músculo cardíaco, privando al corazón de oxígeno y nutrientes.
¿Puede darme un infarto si tengo hipertensión?
Con el tiempo, la hipertensión puede dañar el corazón, incluso provocando la muerte de una parte del músculo cardíaco, lo que resulta en un ataque al corazón. Sí, la presión arterial alta puede dañar el corazón lo suficiente como para aumentar el riesgo de sufrir un infarto.