La serie, protagonizada por Alexis Arroyo y Kike Vázquez, reflexiona sobre los tabúes y accesibilidad social de las personas con diversidad funcional, a través de la historia de un joven con discapacidad visual que quiere ser comediante, y su amigo, con parálisis cerebral
¿Reírse de las propias discapacidades es un argumento válido o inválido para alguien con diversidad funcional?
Para los comediantes Alexis Arroyo y Kike Vázquez, protagonistas de la serie Ojitos de huevo, que se estrena mañana en Netflix, la respuesta está en la perspectiva.
El humor funciona, porque nos permite ponernos en una perspectiva distinta a la habitual. La perspectiva a la que siempre se ha aludido para hacer reír habiendo personas con discapacidad involucradas ha sido burlarse de la condición.
Justo algo que me gusta de esta serie es que hablamos con los términos actuales, de diversidad funcional y discapacidad, para poner la duda en la pelota: ‘¿de qué me estoy burlando? ¿me estoy burlando del cuerpo que estoy viendo o del entorno discapacitante al que ellos se están enfrentando?’”, detalló el actor, comediante, psicólogo, activista por los derechos de las personas con discapacidad y con diversidad funcional y asesor en temas de inclusión de la serie, Kike Vázquez, en entrevista con Excélsior.
Y es que esta historia, de ocho episodios, relata el viaje de Alexis, un joven ciego que sueña con ser un comediante exitoso y para ello se muda a la Ciudad de México, desde Querétaro, con la ayuda de su mejor amigo y próximo manager, Charly (Kike Vázquez), quien tiene parálisis cerebral. Es así como su relación con el mundo logra una comedia que desafía las correcciones políticas ante la ceguera social de la diversidad funcional.
A mí, siempre me ha gustado hablar de mi discapacidad o diversidad funcional desde el humor. Son temas que se vuelven tabú y que pareciera que no lo puedes tocar o que si lo vas a tocar debes hacerlo con pincitas o desde una perspectiva telenovelesca o dramática o desde la mirada de ‘es un superhéroe’ o ‘el angelito que nos mandó Dios’. Y ni una ni la otra.
Yo, Ojitos de huevo, tanto en la serie como en mi rutina de comedia, siempre he tratado de mostrar que somos personas normales y complejas. Ahora sí que con ‘defectos y virtudes’, diría mi Leona Dormida, o sea ‘con amor y desamor’. Complejas como cualquiera y que la discapacidad no es lo que te define, es simplemente una característica.
Lo que yo quiero no es cambiar mi ceguera ni dejar de ser quien soy para ser feliz. Tengo conflictos existenciales y ganas de vivir, pero no sé hacia dónde ir y justo es lo que quería plasmar con Ojitos de huevo: que la banda tenga otra perspectiva de la discapacidad, que no sea esta cosa lastimosa” señaló Alexis Arroyo, también conocido en el mundo de la comedia precisamente como Ojitos de huevo.
HACER A UN LADO LOS TABÚES
Para el ahora actor, era importante relatar su historia, con un toque de ficción, para quitar las telarañas que se tienen en la percepción de la discapacidad.
Está inspirado en mi historia, en cómo Alexis se va a la Ciudad de México, de Querétaro, igual que yo, con su mejor amigo, manager, Charlie, que además tiene la parálisis cerebral. La ceguera y la parálisis cerebral se unen para ir a atravesar la ciudad más hermosa y caótica del mundo, que es la capital del país, en busca de la risa”, dijo Alexis.
Para ello, ambos tenían que quitar tales tabúes, primero en la producción, para después, proyectarla en esta narrativa para la audiencia.
La barrera más importante que creo que enfrentamos las personas con discapacidad o diversidad funcional es que las personas sin ello tienen un avatar en su cabeza de lo que ellos creen que es. Así que cuando entré al proyecto y me pidieron dar esta sensibilización, hice mucho énfasis en ‘ustedes en su cabeza están pensando que nosotros estamos enfermos de ceguera o parálisis cerebral. ¡Quítense de eso! ¡Somos personas diferentes a ustedes como cualquier persona es diferente a ti!
Hay un tabú, un estigma, una censura de hablar abiertamente del tema de la discapacidad, lejos desde este discurso lastimero o lejos desde este discurso médico. Así que cuando llego a Netflix les digo: ‘Nosotros somos tan actores como cualquier actor con quienes ustedes han trabajado y nos tienen que hablar y regañar como a cualquier actor. No tengan miedo de preguntar lo que no sepan, no tengan miedo de cagarla, porque, al final del día, esto es tan nuevo para ustedes como lo es para nosotros, sólo que a ustedes les han enseñado a pensarnos como enfermos. No lo estamos, dejen de pensarlo así. Dejen de creer que lo que yo necesito es que me rehabiliten’”, relató Kike.
Lo que como protagonistas de la serie querían, como cualquier otro, era actuar y que dejaran de ver su diversidad funcional. Sin embargo, para la producción era necesario comprender, por ejemplo, que si le ponían una marca en el piso a Alexis, para su colocación en una escena, él no podría verla, por lo que usaron otros elementos.
Les dije: ‘dejen de pensar que Alexis lo que quiere es que le pongan ojos, es ver. No. Alexis lo que quiere es actuar. Yo lo que quiero es actuar y hacer reír. Trabajemos en función de eso y en el camino vamos sorteando las dificultades que se nos presenten’.
Fue gracias a este razonamiento en el que, por ejemplo, cuando había que darle marcas a Alexis para situarse frente a una toma, una de las directoras de la serie, en lugar de poner las marcas con cinta, que Alexis no ve, ponía las marcas con un sand bag para que Alexis pudiera sentir en dónde tenía que estar para la toma que se requería”, agregó.
Alexis tuvo que aprender lo básico en actuación para un personaje, diferente a lo que hace en sus rutinas de stand up y para ello, también los couches de actuación tuvieron que aprender de él.
Los couches de actuación, por ejemplo, dan por hecho los gestos al ser una persona que ve, pero un ciego de nacimiento no sabe que fruncir el ceño es enojo o que cierta expresión da tristeza. Si quieres ser actor, pues tienes que aprender a actuar. No estás haciendo radionovelas para nada más proyectar con la voz. Aunque uno no vea, tienes que aprender a comunicar con ese lenguaje visual.
Digo, si Kike se avienta un maratón corriendo, ¿por qué yo no voy a hacer cosas visuales, no? Por eso en esta serie, te estamos dando permiso de reírte con nosotros. De cotorrear. Más que reírte de la condición es hacerlo de la situación.
Entendiendo que los mexicanos tenemos esa capacidad de reírnos de la tragedia propia y ajena, eso es lo que la hace especial a esta serie, el toque mexicano, el humor que tenemos que es muy particular, sin caer en una crítica social, porque no. Estamos, sí, tratando de usar los términos adecuados, porque nunca saben cómo referirse a nosotros y hay que quitarnos esos miedos a preguntar ¿no?. Qué mejor vitrina que en Netflix para contar esto”, destacó Alexis.
La serie cuenta con “audiodescripción con comedia”, por lo que los actores recomendaron ponerle play con tal elemento, que ofrece un plus a la audiencia con diversidad funcional o sin ella. Sin duda, una forma increíble para promover la inclusión.