Originario de Nuevo León, el malabarista viene a regalar momentos de alegría a los monclovenses en estos momentos de crisis económica
Oscar Ballesteros
La Prensa
Después de enamorarse de Monclova, por segunda ocasión Giovanny Colunga viene a pasar la temporada decembrina a esta ciudad para ofrecer sus actos de malabares en las distintas vialidades; desde Cuernavaca es que el artista urbano de 36 años decidió regresar para alegrar a los moncloveses, sobre todo durante esta temporada difícil que atraviesa el municipio.
“Soy de Nuevo León, pero radico en Cuernavaca, el año pasado también estuve aquí y me enamoré de Monclovita la Bella” inició el malabarista, quien dijo por sus actos ha recorrido gran parte de la República, así como ha superado las fronteras visitando Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Toda esta trayectoria realizando malabares con clavas, aros, pelotas, hula hoop en las calles, pues a pesar de que estas sean habilidades de circo estas instancias actualmente ya no cuentan con mucha popularidad, y por ello la remuneración no es suficiente, por lo cual él prefiere conseguir lo suficiente para sus alimentos diarios y robar las sonrisas de los monclovenses que ahora están apesarados por AHMSA.
“Son bien buena onda la gente de aquí, es otra onda el monclovense, por eso al momento de hacer nuestro acto tratamos de transmitirles toda esa buena energía y que se olviden de todo lo que está pasando, porque yo entiendo que es algo difícil, yo como quiera vengo y saco para comer, nadie depende de mí, aquí hay familias y más que nada es robarles una sonrisa” compartió el entrevistado.
Esto también como agradecimiento a la misma población de Monclova a quienes denominó como ‘chidos’ y como ejemplo puso al propietario de una vulcanizadora ubicada en bulevar Pape con Matamoros, quien ha acogido al gremio de artistas urbanos sin costo alguno, sin dicha preocupación ellos disfrutan su estancia en el sitio, ofreciendo sus acrobacias con una mayor disposición.
Precisamente en su punto de alojo, él junto a su grupo, dijo, están tratando de tener en el sitio sólo este tipo de números, evitando a las personas que sólo piden sin realizar alguna actividad, puesto que es jugar con la lastima y aprovecharse del monclovense, mientras que el gremio se esfuerza en conseguir su supervivencia a la par de alegrar a la ciudadanía.
“En esa esquina tratamos de dejarla libre de gente que pida dinero, no me gusta que jueguen con la lastima, el monclovense es buena onda y te apoya, pero no es justo que ellos se estén llenando los bolsillos y uno sude y sude para divertirlos y ellos sólo aprovechen del dinero” finalizó.