El sujeto la amenazó con un arma porque no quiso consumir sustancias, y la obligó a correr por su vida mientras contaba en cuenta regresiva
EL HERALDO DE MEXICO. Lola se convirtió en una bailarina exótica porque necesitaba dinero para sostener su vida, y también para mantener a su pequeña hija. El padre era un sujeto presuntamente irresponsable que no le daba ninguna ayuda. En ese entonces era una actriz de teatro, también fue secretaria, administradora, entre otros, pues nada le otorgaba la solvencia necesaria.
La invitación principal de uno de sus amigos fue para ser anfitriona de un presunto restaurante, pero momentos más tarde se le informó que realmente se convertiría en una bailarina exótica, pero aceptó la invitación por la oferta económica, como lo contó en el podcast del creador de contenido, Charly Galleta para YouTube. Desde entonces vivió desde momentos entrañables, divertidos e hizo buenas amistades, pero también momentos de gran angustia, e incluso estuvo muy cerca de perder la vida.
Ex bailarina exótica revela que estuvo cerca de perder la vida, entre otros riesgos de su trabajo
En una ocasión, Lola recibió una oferta por salir del bar y acompañar a uno de sus clientes, presuntamente un miembro del crimen organizado; aunque no quería irse con él en un principio, el sujeto le ofreció la cantidad de 10 mil pesos para estar una hora con él. Lamentablemente, dicho encuentro se convirtió en una pesadilla.
En primer lugar la obligó a tomar alcohol, de manera específica mezcal; después, vivió momentos de terror en el trayecto al hotel, donde el sujeto tuvo delirio de persecución hasta que se encontró con unos policías, quienes lo trataron de «patrón» e incluso lo escoltaron. También pudo notar que a los trabajadores del inmueble les daba propina de mil pesos.
Lola pudo huir del lugar y salvó su vida
Lo siguiente fue incomunicarla, amenazando con destruir su celular si lo agarraba; también intentó hacer que consumiera una droga conocida como Poppers, autoridades internacionales han documentado que se trata de una sustancia que se consume inhalando y aumenta la euforia o excitación sexual de las personas que lo consumen. Como Lola se negó porque no consume drogas, el sujeto sacó su arma, se la puso en la cabeza, se empezó a reír, e incluso la amenazó.
Lola suplicó por su vida, le dijo que tenía una pequeña de dos años, razón por la que le advirtió que solamente tenía un minuto para agarrar sus cosas y abandonar la zona. Ella salió corriendo, tomó un taxi de la calle, e inmediatamente se comunicó inmediatamente con los encargados del bar. Tiempo después la seguía buscando en el inmueble donde trabajaba, y un buen día lo encontraron muerto, razón por la que dejó de molestarla por fin.
