El Pastor de la Iglesia ubicada frente al centro de adicciones ubicado en el Fraccionamiento Aguilar señalan que nunca vieron nada extraño
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
Miembros de la comunidad cristiana que asisten con frecuencia a la Iglesia La Nueva Esperanza la cual se encuentra justo frente al anexo Impacto de Fe, jamás imaginaron lo que ocurrió al interior del Centro de Rehabilitación y tampoco tenían la sospecha de lo que pasaba.
Sergio Cuellar Castillo, Pastor de la Iglesia ubicada en el Fraccionamiento Aguilar dijo desconocer la forma de operar en el anexo, y lamentó que tuviera un nombre que imponía confianza a las familias al pregonar la Fe en Dios.
Resaltó que, en lo personalmente le ha tocado atender a personas victimas de las adicciones y familias que tienen en casa un adicto, a quienes les ha recomendado acercarse a la casa de Dios y buscar la ayuda espiritual, la cual es la única que dará salvación.
“Yo en su momento fui una persona que necesitó ayuda y me refugié en Cristo, pero en una Iglesia hay gente capacitada para dar la verdadera ayuda que todos necesitamos”.
Indicó que, la noche del miércoles que ocurrieron los hechos que terminaron con la vida del menor de edad, la comunidad cristiana se encontraba reunidos en la Iglesia y observaron la presencia de las corporaciones de seguridad, pero jamás imaginaron que había ocurrido una tragedia.
“Nunca vi cosas raras, tampoco imaginé, siempre respetamos, si estaba como anexo se supone tenía permisos por las autoridades, quizás no emplean los métodos que avalamos, pero tienen autorización de las autoridades”.
Manifestó que, como vecino del anexo considera que siempre fue un sitio tranquilo, jamás observó movimientos que parecieran ilícitos o levantaran alguna sospecha de algo malo, solamente los domingos había movimiento de las visitas que recibían los internos.
Señaló que, ha sido a través de las noticias que se ha dado por enterado los hechos lamentables que ocurrieron en el interior del anexo y lamenta la tragedia ocurrida.