Un amigo de Alan N, “Drako”, proporciona importantes datos
Al comparecer ante la autoridad judicial, el presunto responsable de la muerte de Yosmi, se acoge al beneficio de negarse a declarar, trasciende le dio 38 puñaladas
Alexis Massieu
La Prensa
A sangre fría y por asfixia, tras inferirle 38 heridas con una navaja, es como presuntamente Adal “N”, asesinó a Yosmi Amairami Cázares, al interior de su domicilio en la colonia Parque Industrial en Ciudad Frontera, pidiendo a su mejor amigo, quien se convirtió en el testigo clave, que le ayudara a deshacerse del cadaver, según salió a relucir el día de ayer en la primera audiencia del primer caso de feminicidio en el año.
Tras ser asegurado mediante una orden de aprehensión, el presunto feminicida Adal “N”, fue llevado ante una jueza penal el día de ayer, para que escuchara de voz del Ministerio Público cuáles son los cargos que se levantaron en su contra, dentro de la causa penal 1531/2023.
De acuerdo a las investigaciones hechas por la Fiscalía, fue el día 2 de diciembre, que la víctima acudió en taxi hasta a la casa de Adal “N”, para prestar su servicio de compañía intima, y ya estando en el interior, entre las ocho y las diez de la mañana del día 3 (domingo), fue atacada con un arma blanca, y asfixiada hasta morir.
El cuerpo de la Yosmi, cuya complexión era de estatura baja, y delgada, le facilitó la tarea al presunto feminicida, para meterlo en una caja de plástico de color rojo, subirla a un Dodge, Avenger blanco, y llevar el cadaver hasta el kilómetro 8 en el Libramiento Eliseo Mendoza Berrueto, en Monclova.
Como Yosmi no aparecía, sus familiares contactaron al taxista que la llevó aquella mañana, desde su casa en la colonia La Sierrita, hasta la de Adal en la colonia Industrial, indicándoles en qué lugar la había dejado, sin embargo, y pese a sus esfuerzos, no pudieron encontrarla, siendo entonces que decidieron presentar una denuncia, cuyas pesquisas llevaron a las autoridades a encontrar su cuerpo el pasado viernes 8 de diciembre.
ADAL GUARDA SILENCIO
Tras escuchar la acusación que se hizo en su contra, Adal “N”, decidió guardar silencio y no declarar, por consejo de su abogado, solicitando un plazo de 144 horas, para que el litigante tenga oportunidad de conseguir pruebas y preparar su defensa.
Por esa razón, la audiencia inicial fue suspendida, y se reanudará el próximo 13 de diciembre, cuando se decidirá si al presunto feminicida, lo vinculan o no a proceso, tiempo que deberá aguardar en las celdas de la Policía Civil de Coahuila (PCC).
Cabe señalar, que entre las pruebas que presentó la Fiscalía, en contra de Adal “N”, están varios videos de cámaras de vigilancia, del día de los hechos, rastros de sangre encontrados en su casa y en la cajuela de su automóvil, el rastreo de llamadas y localización satelital del teléfono de la víctima, además del testimonio del taxista, y sobre todo, lo que relató su mejor amigo, Leobardo “N”.
EL ULTIMO VIAJE
Cual testigo mudo del último viaje que realizó Yosmi, la cámara de vigilancia de uno de sus vecinos en la Colonia La Sierrita, captó el momento en qué abordó el carro de alquiler, Tsuru, Nissan, blanco, de la línea Radio-Taxi, partió rumbo de la casa de Adal, a las 07:43 horas: Ella vestía un pantalón de mezclilla azul y una blusa de color rosa.
Héctor Fernando, el taxista, confirmó a las autoridades, lo que ya le había contado a la familia de la víctima, incluyendo además de la ubicación y las características de la casa a dónde la llevó, de color amarilla, una descripción del hombre que la recibió, quien salió para pagarle los 40 pesos del viaje, lo cual nuevamente fue registrado por cámaras de seguridad cercanas al domicilio de Adal “N”.
Ya fuera mediante las cámaras de vigilancia, el GPS de su teléfono, o los testimonios de los testigos, el último viaje de Yosmi quedó registrado de un momento a otro, incluyendo un video de la maniobra que realizó el presunto feminicida para deshacerse del cuerpo, sacando su automóvil y metiéndolo rápidamente de reversa en la cochera para meter la caja en la cajuela, que pese a estar emplayada dejó huellas de sangre.
“TIENES QUE VENIR A MI CASA”
Eran las diez de la mañana con 40 minutos del día 2 de diciembre, cuando Leobardo recibió una llamada de Adal “N”, a quien notó muy alterado, y jadeando le dijo: “tienes qué venir a mi casa”.
Leo llegó al domicilio de Adal, y mediante una llamada le dijo que ya estaba afuera, que saliera, y entonces lo vio, alterado, vistiendo de negro y con zapatos de seguridad, notando que las manos las tenía completamente manchadas de sangre seca.
Adal le invitó un cigarrillo, y le preguntó a Leo si era su amigo, a lo que aquel le respondió: “si we, eres como mi hermano”, y enseguida agregó, maté a alguien, pero antes de entrar fúmate el cigarro, le indicó, y pese que al principio pensó que se trataba de una broma, ya con la puerta abierta alcanzo a ver varias cosas, manchas de sangre, la caja roja, y una navaja sobre una mesa en su cuarto.
Leobardo le preguntó a Adal que si en la caja estaba la persona a la que había matado, y dijo que sí, y al preguntarle qué como había metido a la persona ahí, y qué había pasado, le respondió que era pequeña, que había contratado a una p…, y que terminando se metió al cuarto de sus papás y les robó, que la empezó a apuñalar, y como vio que resistía, la ahorcó, y que pese a que le pidió piedad, la mató.
Leo le dijo a la policía que el dinero que traía ella, se lo quedó Adal, y que le pidió su ayuda para meter la caja en la cajuela, a lo que él se negó, pero tras estarle insistiendo mucho, le ayudó a subirla al Avenger de color blanco con franja negra.
Leo acompañó a Adal, y relató a detalle a los elementos de la Fiscalía cuál fue la ruta que tomó, yendo hacia Monclova, y llegando a la avenida Constitución, donde en un contenedor de basura a la altura de la colonia Progreso, tiró la ropa que aquel día vestía la víctima.
A la altura del “Conejo”, en el entronque de la avenida 4, la avenida Revolución Mexicana y el Libramiento Eliseo Mendoza Berrueto, Adal le pidió a Leo que arrojara el teléfono celular de Yosmi por la ventana, y finalmente que le ayudara a bajar la caja roja cerca de la entrada a un balneario llamado Playa Bonita.
LAS PRUEBAS FORENSES
De entre las pruebas periciales que la Fiscalía General del Estado, aportó al caso, está la necropsia elaborada por el médico legista, cuyo dictamen arrojó que el cuerpo de Yosmi Amaraimi Cázares, tenía 38 cortes hechos con arma blanca, 6 de ellos en la cara, 3 en el cuello, y el resto repartidos entre el tórax, la zona de la axila, izquierda, las costillas de ese mismo lado, el brazo izquierdo y la mano.
Una de esas heridas, fue profunda al grado que alcanzó la zona del corazón, sin embargo, lo que terminó arrebatándole la vida, fue la estrangulación, en la cual se aplicó tal fuerza, que se le produjo varias fracturas en la zona del cuello.
Además de encontrar los rastros de sangre en la habitación de Adal, en el baño, la cajuela y la defensa trasera de su automóvil, mediante reactivos y el uso de luz ultravioleta, los peritos químicos, hallaron rastros fisiológicos en el cuerpo de la víctima.