El flujo no se detendrá, pero no al grado de recibir en Coahuila y Nuevo León a los 10 mil que ingresaron a la frontera sur del país
Por: Oneida Tovar
La Prensa
Representantes de casas migrantes descartaron una llegada masiva de extranjeros a Coahuila y Nuevo León por la caravana de alrededor de más de 7 mil personas que recorre Chiapas rumbo a Estados Unidos.
Nuevo León no es la ruta más directa para alcanzar su destino en la Unión Americana, sino una opción para familias y grupos reducidos de migrantes que buscan descansar y trabajar, señaló el padre Luis Eduardo Zavala, director de Casa Monarca.
Hace un par de días en Nuevo León se activaron de manera conjunta acciones preventivas y protocolo de seguridad y protección a los migrantes, la acción se dio en el paso migratorio de esa entidad hasta Coahuila, pero ayer se desmintió una nueva alerta por llegada de sudamericanos.
El padre Zavala señala que no había necesidad de alerta, siempre en Coahuila y Nuevo León se protege el paso de migrantes, sin embargo no estuvo de más.
«Las experiencias anteriores sobre caravanas que han salido con esa misma cantidad de personas han seguido su recorrido hacia la frontera directamente», explicó, «solo pequeños grupos que vienen cansados, con menores, se desvían a buscar albergues en Nuevo León y zonas donde pueden encontrar un trabajo, llegar y descansar.
«Probablemente, como ha sucedido con otras caravanas, llegue un grupo reducido de migrantes, pero los 10 mil de los que se habla, no».
Agregó que aunque el flujo migratorio es impredecible, algunos grupos podrían llegar en 15 días al estado.
Actualmente en Casa Monarca son atendidos 80 migrantes.
El padre a cargo de Casa Indi, Felipe de Jesús Sánchez, indicó que el albergue está al 60 por ciento de su capacidad —que es de mil camas— y se reportan listos para atender a más familias.
«Ahora son tres rutas para llegar a Estados Unidos y Nuevo León es la segunda, la otra es Piedras Negras, pero hay algunos que prefieren venir a Monterrey, entonces como Casa Indi es de las más céntricas, la buscan», informó.
«Estamos a una capacidad de un 60 por ciento, a veces el Gobierno federal las desintegra (las caravanas) y las obliga a caminar por lugares donde no está Migración y las entrega prácticamente al crimen organizado».
Según datos de ambas casas migrantes, el 80 por ciento de las personas que buscan a llegar a Estados Unidos son venezolanos, seguidos de hondureños, ecuatorianos y haitianos.
Ivette Padilla es una de las migrantes asistidas en Casa Indi, a donde llegó desde hace días junto con su familia.
«Viajamos en familia, hemos batallado, pero llegamos y nos ofrecieron comida y nos han tratado bien, esperamos llegar con bien a Estados Unidos», dijo.
«Hemos escuchado que están regresando a indocumentados, pero bueno, vamos con la esperanza y fe».