Aunque no era la primera vez que la agredía, dijo que no lo iba a denunciar, no lo iba a dejar en la calle, y no lo quería ver en la cárcel
Alexis Massieu
La Prensa
El amor de madre pudo más, y el día de ayer el Centro de Justicia Penal fue testigo, de cómo una vecina de la colonia La Sierrita en Ciudad Frontera, prefirió llevarse a su casa, a su vástago de 30 años de edad, pese a que no trabaja, y bajo los efectos de las drogas, presuntamente la había agredido por no darle dinero para comprar un cigarro.
Pese a que la Señora Bertha “N”, no quería proceder en contra de su hijo, el juez que estuvo a cargo de resolver la situación legal de Juan Antonio “N”, causa penal 2/2024-JF, por violencia familiar, le explicó que por la gravedad de ese delito dentro de nuestra sociedad, se persigue de oficio.
Según lo narrado por la agente del Ministerio Público adscrita al Centro de Justicia y Empoderamiento para la Mujer, (CJEM), la agresión ocurrió el pasado 2 de enero en el domicilio de la víctima donde también vive su hijo, cerca de las 17:32 horas, de acuerdo con el informe rendido por los agentes municipales que atendieron el reporte de violencia doméstica.
La afectada, de poco más de 50 años de edad, pidió ayuda al 911 luego de que, bajo los efectos de la droga conocida como cristal, su hijo le exigió que le diera dinero para ir a comprar un cigarro, y como ella se negó, trató de arrebatarle el bolso, la empujó contra la pared, y la mujer fue a dar al piso, escuchando que su descendiente la amenazaba diciéndole que si no le daba dinero le iba a tumbar los dientes.
Apenas tuvo oportunidad, Bertha “N”, pidió ayuda a la policía, los cuales aseguraron a Juan Antonio y lo pusieron a disposición del CJEM, para que respondiera por el delito de violencia familiar que alcanza una pena de prisión de hasta 6 años de cárcel.
Cuando Doña Bertha fue declarar ante el Ministerio Público, en el acta quedó asentado: que él vive con ella, que no era la primera vez que la agredía, que no lo iba a denunciar, que no lo iba a dejar en la calle, y que no lo quería ver en la cárcel.
El juez, tras escuchar todas las pruebas que se tenían en contra de Juan Antonio “N”, le dictó un auto de sujeción a proceso, pero como la madre señaló que iba a llevárselo a su casa, no pudo dictar alguna medida cautelar que garantizara que su vástago ya no volviera a molestarla, quedando obligado únicamente a realizar una firma al mes, y a la no repetición de actos como los que lo llevaron a ser detenido.
Pese a que la víctima no quiso proceder, el juicio en contra de Juan Antonio “N”, va a continuar, y las audiencias se reanudarán, una vez que concluya la etapa de investigación complementaria que se autorizó, y la cual durará 2 meses.