La Santa Misa de Acción de Gracias se realizó en la Catedral Santiago de Saltillo; contó con la asistencia representantes de la comunidad LGBT y familiares de personas desaparecidas
Por: Roberto Hernández
La Prensa
SALTILLO, COAHUILA. – A 36 años de haber recibido del Papa Juan Pablo ll su ordenación episcopal, ayer Raúl Vera López, obispo emérito de Saltillo conmemoró con una Santa Misa de Acción de Gracias un aniversario más de estar dedicado a la Iglesia Católica.
La celebración del festejo se realizó en la Catedral Santiago de Saltillo y contó con la asistencia de líderes religiosos católicos, de maestros jubilados y activos, familiares de personas desaparecidas a quienes al obispo ha acompañado durante años, representantes de grupos de la comunidad LGBT+ y de cientos de feligreses.
Al inicio de su del sermón de la Santa Misa, Verá López, habló tres pasajes: el primero del libro profético de Isaías, el segundo de la carta del apóstol Pablo a los Efesios y el tercero del evangelio de Mateo.
“Con estas lecturas lo único que puedo es dar gracias por tantas bondades y regalos recibidos. Agradezco primero a Dios por la vida y el camino por el que me ha llevado, agradezco a las personas que me han acompañado en las Diócesis en las que he ofrecido mi servicio pastoral, Diócesis de Ciudad Altamirano (8 años), Diócesis De San Cristóbal de Las Casas (4 años) y esta Diócesis de Saltillo (donde tuve un servicio de 20 años), y a todos los grupos pastorales con los que hemos compartido la esperanza de la Palabra de Dios”, señaló.
En la Acción de Gracias por el 36 aniversario Episcopal, Vera López pidió a los fieles católicos que elevaran una plegaria por él: “les pido que oren por este servidor, para ser un pastor más auténtico y más noble, y me acompañen a pedir perdón por las cosas que debería haber hecho en las diócesis en donde estuve presente y en los cargos episcopales o de grupos de la sociedad civil y que no llevé a cabo”.
Al finalizar el Obispo Emérito de Saltillo, agradeció la compañía de los asistentes, al señalar: “Gracias a cada una de las personas que introdujeron su palabra durante el momento de la homilía. Son ustedes quienes hacen mi servicio pastoral, lo ha hecho junto a mucha gente, ustedes nos muestran en obras. Les agradezco que nos ayuden a comprender el trabajo de la Iglesia y tengamos siempre presente que seremos medidos por el amor” expresó Raúl Vera López.
Raúl Vera López nació en Acámbaro, Guanajuato, un 21 de junio de 1945; fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1975; fue ordenado obispo por Juan Pablo II en Roma el 6 de enero de 1988 y asumió su trabajo en la Diócesis el 21 de enero de 1988; el 30 de diciembre de 1999 fue nombrado Obispo de Saltillo y el 29 de enero del 2021 el obispo ofició la misa de transición con la que se despidió de la diócesis de Saltillo.
Cabe señalar que el 14 de agosto de 1995 fue nombrado obispo Coadjutor de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, para trabajar junto a Samuel Ruiz, Obispo Diocesano. Llegó a la Diócesis el 4 de octubre de ese año. Trabajó en la realización del III Sínodo Diocesano y en la formación de los Diáconos Permanentes; colaboró en la elaboración del Directorio para el Diaconado Permanente Indígena. Apoyó el Proceso de Paz y Reconciliación entre los pueblos indígenas de Chiapas y el Gobierno Federal, junto con Monseñor Samuel Ruiz, la Diócesis de San Cristóbal y los obispos de la Comisión de Obispos para la Paz en Chiapas. Contribuyó a crear condiciones de diálogo entre el Ejército Zapatista y el Gobierno mexicano, para que fueran garantizadas condiciones de vida más justas para los pueblos indígenas mayas de la región.
Desde su estancia en San Cristóbal hasta el día de hoy es miembro del Consejo Directivo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, Chiapas. Hasta la muerte del fundador don Samuel Ruiz fungía como co-presidente del mismo y actualmente preside la dirección. Además es Presidente del Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos de América Latina “Óscar Romero” (SICSAL).
En Coahuila promovió la fundación de dos casas del migrante: en Ciudad Acuña, “Casa Emaús” y en Saltillo, “Belén Posada del Migrante”. La primera está ahora bajo la responsabilidad de la Diócesis de Piedras Negras. Con el equipo de la Casa “Belén Casa del Migrante” y el Centro “Fray Juan de Larios”, realiza una defensa de los Derechos Humanos de los migrantes, con incidencia a nivel nacional e internacional. En marzo del 2010 asistió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, junto con otros defensores a denunciar la “tragedia humanitaria” del secuestro de migrantes en México.
El líder religioso católico, nunca eludió temas polémicos y bajo la primicia de acercar al evangelio a las minorías, en 2002 impulsó la creación de la comunidad San Aelredo para acompañar pastoralmente a homosexuales y lesbianas, y lograr que se integraran a la Iglesia.
Cuando se dio la desaparición masiva de personas en el sexenio de Felipe Calderón, Vera apoyó a familiares de víctimas y ayudó a crear el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos (Fuundec). Fue un obispo cercano a los habitantes del sector rural y, en 2015, encabezó manifestaciones y marchas por carreteras de Coahuila para protestar por la instalación de un tiradero de residuos industriales y peligrosos en el ejido Noria de la Sabina, en General Cepeda.