Néstor J. Hurtado Vera.
Lamentablemente, el pasado 26 de diciembre del 2023, falleció el Senador de la República, Armando Guadiana Tijerina, un político que por donde se le viera, llamaba la atención, siempre polémico, creativo, inteligente, sobre todo muy transparente o claridoso, lo que daba como resultado un personaje disruptivo y como le fascinaba ser -seguramente por su afición taurina-; indomable.
Siempre he creído que, los personajes precisamente disruptivos o indomables pasan a la historia de buena forma o al menos son recordados por generaciones, tal como Sócrates, que fue envenenado por atreverse a filosofar en contra de los dioses ancestrales, o Galileo Galilei, castigado con el encierro por decir que los planetas giraban alrededor del sol.
En nuestro entorno político local y nacional, nuestro amigo Armando Guadiana será recordado por décadas, ya que, desde su regreso mediático y político en el año 2011, logró colocarse rápidamente como el líder natural de la oposición, misma que llevaba años ciclada y sin fuerza.
Desde su participación política en 1973, en donde fue diputado local del Partido Revolucionario Institucional en la XLVI Legislatura, sus intervenciones en la política comarcana, no tuvieron tanto eco hasta que decidió volver en 2011 a través de la asociación civil, “Claridad y Participación Ciudadana”, donde exigía rendición de cuentas y transparencia en el uso del recurso público.
En agosto del 2011, época en que gobernaba Jorge Torres, emprendió una férrea lucha ciudadana para denunciar y buscar estrategias legales para impedir el endeudamiento en Coahuila, pero su fuerza fue tal, que el entonces líder nacional del PAN, Gustavo Madero lo buscó para coordinar esfuerzos y en conjunto dieron nacimiento en varios estados del país a las famosas “Expo Deudas”, donde acompañado del economista, Macario Schettino, advertían que endeudamientos como el de Nuevo León, Veracruz, Chihuahua, Nayarit, Estado de México o Quintana Roo, -solo por mencionar algunos- eran insostenibles.
Su impacto político fue brutal y en 2012 en Saltillo, logró “colocar” en la misma foto a los presidentes nacionales del PAN y del PRD en plena contienda electoral, cuando en ese tiempo eran acérrimos rivales; pero ya en esos niveles, prefirió elegir el camino de la izquierda, al ser invitado por el mismo Andrés Manuel López Obrador a formar parte de Morena, cuando todavía no existía como partido, de hecho económicamente hablando, Guadiana fue clave para que los “guindas” dieran sus primeros pasos desde 2013.
Lo demás ya lo sabemos, fue candidato a Gobernador en 2017, -cuando nadie apostaba por Morena-, asimismo candidato a Senador de la República, cargo que ganó con contundencia, candidato a alcalde de Saltillo en 2021 y candidato a gobernador en 2023, en estas últimas dos, ya con intereses malévolos de personajes que manejan la estructura de defensa electoral, fue traicionado, y sumándole la división de arribistas electorales, se llevó a la eternidad su sueño de gobernar Coahuila.
Me quedo con las carcajadas que dio, al hacer la travesura de colocarle al entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto un panorámico en el marco de su visita a Saltillo, donde lo comparó políticamente con Carlos Salinas de Gortari, y que al otro día generó portadas nacionales, aunque seguramente esto le costó ser “congelado” de todas sus cuentas bancarias, problema del que salió triunfante.
También recordaremos que en todo momento mencionaba que a él lo había puesto el pueblo, por eso no tenía problema en contradecir al mismo, López Obrador en temas como la eliminación del Instituto Nacional del Emprendedor o en la situación de Altos Hornos de México.
Me quedo con el buen sabor de boca de haberlo escuchado decir que, a Coahuila le iría muy bien y a pesar de las diferencias políticas auguró que vienen buenos tiempos para nuestra entidad. ¡Que en Paz Descanse el siempre aguerrido Armando Guadiana Tijerina!