Saber tomar resoluciones implica no solo evaluar cuidadosamente las opciones disponibles, sino también tener la valentía de actuar conforme a lo que se cree correcto
EL HERALDO DE MEXICO. Tomar decisiones efectivas es un arte que define a los líderes exitosos. Esta es una habilidad crucial en la vida de cualquier individuo, ya que cada elección, grande o pequeña, traza el camino hacia el futuro. Las elecciones bien fundamentadas pueden llevar a éxitos personales y profesionales, mientras que las decisiones precipitadas o mal informadas a menudo conducen a resultados negativos. Martin G. Moore, experto en liderazgo y fundador de Your CEO Mentor, tiene una perspectiva sobre cómo mejorar este proceso crucial.
Saber tomar resoluciones implica no solo evaluar cuidadosamente las opciones disponibles, sino también tener la valentía de actuar conforme a lo que se cree correcto, incluso en situaciones de incertidumbre o presión. Esta habilidad se vuelve aún más vital en un mundo en constante cambio, donde la adaptabilidad y la capacidad de tomar decisiones rápidas y eficaces pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
¿Cómo tomar mejores decisiones?
Al inicio de su carrera, Moore creía que una buena decisión era aquella respaldada por todos. Con el tiempo, sin embargo, comprendió que buscar un consenso amplio puede llevar a decisiones mediocres y procesos lentos. Las mejores decisiones, descubrió, no siempre son aquellas que se toman después de largas deliberaciones, sino también aquellas hechas bajo presión.
Moore se cuestionó sobre los elementos que hacen que una decisión sea efectiva incluso bajo presión. Esto lo llevó a identificar algunos elementos clave que optimizan la velocidad y precisión en la toma de decisiones.
- Diversidad de perspectivas: La búsqueda de consenso no debe limitar la consideración de distintos puntos de vista. La consulta con personas relevantes amplía la perspectiva y conduce a decisiones más informadas.
- Cercanía a la acción: Tomar decisiones cerca de donde ocurre la acción es crucial. Esto implica valorar las opiniones de aquellos con conocimientos y experiencias directas sobre el asunto.
- Enfocarse en la raíz del problema: En lugar de solo tratar los síntomas, es fundamental abordar las causas subyacentes de un problema para evitar su recurrencia.
- Responsabilidad clara: La decisión final debe recaer en una persona que asuma toda la responsabilidad, evitando la dilución de la efectividad por la gestión por comité.
¿Qué más hacer para tomar buenas decisiones?
Moore sostiene que la habilidad para tomar decisiones efectivas y oportunas es un diferenciador crítico para los líderes jóvenes. Aprender a balancear estos elementos acelera el desarrollo personal y mejora el rendimiento del equipo. Por lo que se debe tener en cuenta estos otros puntos.
Repercusiones Holísticas: Es vital considerar los posibles impactos y riesgos de una decisión, equilibrando los resultados a corto y largo plazo. Equilibrio de valor a corto y largo plazo: Evitar el cortoplacismo y considerar las implicaciones a largo plazo es esencial para desbloquear el verdadero valor de una decisión.
Comunicación efectiva: Comunicar claramente el razonamiento de las decisiones a todas las partes interesadas es crucial para su implementación efectiva. Oportunidad: La urgencia debe ser un componente en el proceso de toma de decisiones, buscando valor añadido y evitando la procrastinación.