Después de año y medio en la cárcel, Juan Jesús acepta un acuerdo reparatorio que le permite a su consanguíneo quedar en libertad
Alexis Massieu
La Prensa
Tras pasar un año y 6 meses en prisión, el día de ayer Andrés Castro Perales, quien estuvo cual Caín, a punto de matar a su propio hermano, fue condenado a pasar 5 años en la cárcel, los cuales podrá purgar en libertad, siempre y cuando pague una multa de 962 pesos, y no se les vuelva a acercar, tanto a la víctima, como a la madre de ambos.
Fue gracias a un noble gesto por parte de la víctima, que Andrés pudo obtener una condena favorable, pese a que fue declarado culpable mediante un juicio abreviado, donde a cambio de admitir los hechos, se le impuso una pena de 5 años de prisión, con el beneficio de la condena condicional en su modalidad de la libertad vigilada.
De acuerdo a la imputación que realizaron los abogados de la Fiscalía General del Estado, los hechos ocurrieron la noche del 17 de julio del año 2022, cerca de las 02:30 horas, al interior del domicilio que compartían Andrés, su hermano Juan Jesús, y su madre de nombre Martha Graciela.
Momentos antes, Juan Jesús, había estado tomando bebidas embriagantes con un grupo de amigos, al exterior de la casa de la colonia Guadalupe Borja en Ciudad Frontera, al que se sumó su hermano Andrés que al principio estuvo muy callado, pero cuando ya se habían ido las amistades, dio pie a una lamentable discusión.
LO APUÑALÓ CON SAÑA
Los hermanos entraron súbitamente a la casa, y enseguida al cuarto de su madre, donde ella dormía con sus nietos, y ahí siguieron discutiendo, respecto de que Andrés, no cooperaba con los gastos de la casa, y pese a que la señora Martha quiso zanjar el problema diciendo (pese a no ser cierto) que ya le había dado 400 pesos, la situación empeoró.
De la cintura, Andrés sacó un cuchillo cuya hoja era de aproximadamente 15 centímetros, y se lo clavó a su hermano a la altura del abdomen y del tórax, causándole lesiones gravísimas que pusieron en riesgo su vida, y que lo llevaron a pasar 16 días en el área de terapia intensiva del hospital Amparo Pape de Benavides.
Lo que Juan Jesús le reclamaba a Andrés en aquella ocasión, era que nunca le daba dinero a su mamá, y pese a que éste ya lo había amenazado de muerte en una ocasión, él le insistía que no se tirara al vicio, a lo que el otro respondió dándole una puñalada que le dañó varios órganos entre ellos el corazón.
“Un día iba a hacer algo malo, ¡y nada!, que me lo hizo a mi… solo quiero que entienda que hace sufrir a mi madre”, fue parte de lo que declaró la víctima ante el Ministerio Público cuando pudo dejar la cama número 3 y salir del hospital.
Al finalizar la audiencia, Andrés Castro Perales fue dejado en libertad para que inicie una nueva vida en la que tendrá por obligaciones durante lo que dura la condena, la de pagar una multa de 962 pesos en un plazo de un mes, ir a firmar cada 4 meses, no contactar, acercarse, ni causar molestias a su madre y a su hermano, y acudir a terapias psicológicas, so pena de perder el beneficio y volver a la cárcel.