La capital de Coahuila es una de las ciudades pioneras en la promoción, conservación y cuidado de auténticas joyas rodantes que tienen más 9 décadas de antigüedad
Por: Especial
La Prensa
SALTILLO, COAHUILA. – Con un rico historial, Saltillo es una de las ciudades pioneras en la promoción de los autos clásicos, al contar con verdaderas joyas rodantes que datan de principios del Siglo XX y la convierten en uno de los puntos de atracción para los propietarios de los vehículos y público en general.
Lo que para algunos nació como una inquietud, al buscar recuperar autos que lucían imposibles de reparar, se convirtió de pronto no sólo en una afición, también en una pasión que hasta nuestros tiempos ha atraído la atención de propietarios de autos provenientes de otras partes de la República.
Para que un vehículo entre en la categoría de Auto Clásico, debe ser de por lo menos de 30 años, aunque su característica principal es la de conservar la mayoría de sus piezas originales, puesto que algunos vehículos son fabricados a partir del chasis de otro auto y el cuerpo es de fibra de vidrio.
En la actualidad, en una convención se logran reunir más de 300 coches de varias épocas, modelos y marcas, algunos conservan su figura original, y otros han sido modificados al no existir en el mercado las piezas, pero aún existen aquellos modelos que conservan su motor original y sólo se ha modificado su vestidura, es decir el tapizado. Con información del Diario de Coahuila.
PRIMER CAMIÓN DE BOMBEROS
(FORD 1951)
Este es el primer camión de bomberos que prestó sus servicios a la ciudadanía y fue utilizado en el combate de varios siniestros en la década de los 60’S y 70’S, es un Ford, modelo 1951.
Este se mantiene en resguardo de la asociación de Autos Clásicos de Saltillo, que preside Luis Felipe Hernández Gutiérrez, quien describió que este vehículo lo ofreció Sergio Robles y el cual permaneció varios años en la estación Norte de Bomberos, ubicada en la colonia Virreyes.
“Aunque es modelo 1951, llegó a Saltillo en 1960 procedente de Fort Worth, Texas y prestó sus servicios más de 20 años; dejó de funcionar y en el 2017, Sergio Robles nos lo mostró y a través de algunos trámites logramos que nos lo cediera, la reparación del camión corrió a cargo del experto Martín Vaca, a quien se lo llevamos a Guadalajara para su valoración y arreglo”, detalló Hernández Gutiérrez.
La satisfacción mayor fue cuando en 2017 lo presentaron en una exposición, tal y como estaba, sin pintar y fue sólo para mostrar un antes y un después, en virtud de que para el 2018 en una siguiente convención, el vehículo se mostró ya reparado, igual como en sus años mozos, cuando perteneció al Grupo Industrial Saltillo (GIS), que lo facilitaba para combatir incendios.
“Es una gran satisfacción haberlo recuperado, en lo personal es un orgullo ver que una joya con tanta historia en circulación, tal y como se mostró cuando prestaba sus servicios a la sociedad, y ahora forma parte de nuestros vehículos estelares”.
LA MÁS ANTIGUA
(FORD-1928)
Para satisfacción de quienes aman estas piezas, Saltillo cuenta con dos de los vehículos más antiguos de todo el país; una camioneta Ford A Pick Up 1928, con su motor original, reparado, convertible, cajuela y un ventanal amplio, que en su momento hizo de este modelo uno de los más cotizados.
Su propietario, Ricardo Almaguer, compartió que hace 4 años en una exposición en San Antonio de las Alazanas, una persona se las ofreció en venta, la compraron y de inmediato se dieron a la tarea de repararla de todo a todo.
“Para nosotros es una pasión tener estos vehículos, nunca vemos la inversión, porque es mucha, de reparar laminado, pintura y vestidura, además buscamos que las piezas sean las originales, el motor que tiene es con el que salió de fábrica, como a cualquier vehículo, le hemos cambiado las bujías, pero solo eso, porque hasta el filtro de aceite es el original”.
UN GRAN REGALO
(FORD- 1929)
En la colección de la familia Almaguer Martínez, se encuentra también un auto Ford A modelo 1929, el cual tiene un detalle muy especial, porque también Ricardo lo fue reparando poco a poco hasta dejarlo tal y como salió de la fábrica hace 95 años.
“Fue en 2010 cuando lo compré para regalárselo a mi papá, a él también le gustan mucho estos autos, gracias a él aprendí a amarlos, a repararlos y es nuestra pasión; lo empecé a reparar, y se lo pude dar como un regalo en el mes de mayo de ese mismo año”.
Al paso de los años la familia ha adquirido diversos autos, algunos de ellos los ha vendido, en virtud de ser muy cotizados; el padre actualmente cuenta con tres ejemplares y Ricardo Jr., tiene dos, y en su momento tuvieron una camioneta que perteneció a un presidente de México, pero fue uno de los autos que lograron acomodar.
DESDE LA CIUDAD DE MÉXICO
(FORD CUSTOM-1952)
Jesús Espinosa Cuernavaca es propietario de un auto 1952, el cual fue traído por carretera desde la Ciudad de México, el vehículo conserva el motor con el que salió de la fábrica hace 72 años.
“Este es uno de los autos que más ha gustado en las exposiciones, todos tienen su historia porque lo trajimos en 2018, se reparó en México antes de traerlo a Saltillo, y en la actualidad son pocos los autos de esta línea que aún se conservan en México, se han sacado algunas replicas, pero como se explicó antes, a partir de un chasis de otro auto, y lo demás se fabrica en fibra de vidrio, este es todavía de lámina sólida”, explicó.
CIRCULA DESDE HACE 82 AÑOS
(AK- 1942)
Si los autos causan expectación por los años que llevan de vida, en la colección se cuenta con una camioneta Serie AK, con año de fabricación en 1942, es decir en este 2024 festejará 82 años de vida, y también es una de las atracciones que más despierta la atención en las convenciones o presentaciones que se ofrece.
“Para mi familia es un orgullo restaurar estos vehículos, ver crecer nuestra colección, es una gran satisfacción rescatarlos, presentarlos al público como están ahora, y que sean parte de nuestra historia, porque los vehículos también hablan del paso de los años y son un gran significado en la vida de México”, explicó Ricardo Almaguer Martínez.