Se encuentra actualmente en etapa de desarrollo por investigadores del Conicet. Además tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. De qué está hecho y qué beneficios podría aportar
infobae. La infección del dengue, que se transmite por mosquitos, está afectando más en América y el año pasado se llevó la vida de 2.232 personas. El virus de la encefalomielitis equina del Oeste, que también se contagia por picaduras de mosquitos, está produciendo brotes en Argentina y Uruguay. Mientras tanto, la exposición al Sol aumenta el riesgo de cáncer de piel.
Para protegerse de los mosquitos, existen los repelentes. Para prevenirse contra el cáncer, se puede usar el protector solar. Pero el uso de ambos productos no es tan cómodo ni accesible en costos.
Al tener en cuenta esas dificultades, dos equipos de investigadores del Instituto de Química del Sur (INQUISUR), que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Sur, están dando los primeros pasos hacia el desarrollo de un filtro que funcionaría como protector solar y repelente al mismo tiempo.
Además, el producto tendría una tercera ventaja: tendría acción antiinflamatoria. Es decir, protegería contra los rayos ultravioletas, ahuyentaría a los mosquitos y sería un antinflamatorio.
Como repelente, podría ayudar con la prevención del dengue, que es transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, y luego pica a otras personas, puede transmitir esta enfermedad.
El contagio se produce principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de forma directa de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna
Los investigadores llevan adelante el proyecto en colaboración con la microempresa Peñenwen Cosmética Natural de la ciudad de Bahía Blanca. Recibieron un subsidio del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires.
En diálogo con Infobae, doctora en química, Verónica Lassalle, investigadora del Conicet y directora del equipo NanoHiAp en el INQUISUR, contó que el desarrollo está en proceso de patentamiento. El producto contiene nanopartículas de óxido de zinc y dióxido de titanio, que los únicos filtros de rayos ultravioleta que son aceptados para la elaboración de cosméticos naturales y orgánicos de acuerdo con los estándares internacionales.
Además, la fórmula incorpora aceites esenciales que ya han demostrado que funcionan como repelentes y tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. “Hemos publicado ya estudios sobre los diferentes componentes del Reprotector UV. Estamos terminando con los ensayos de formulación con aceites esenciales para evaluar cuál es la más eficiente”, comentó a Infobae.
La siguiente etapa será conseguir la aprobación de la autoridad regulatoria ANMAT o de las entidades regulatorias provinciales. Después se llevaría a cabo la producción a mayor escala y se comercializaría.
“La principal ventaja si llegara a estar disponible para el público sería aplicarse en una sola vez el repelente y el protector solar. Tiene acción antiinflamatoria y antioxidante que los repelentes y los protectores que ya se venden por separado hoy no brindan”, mencionó Lasalle.
Podría usarse en bebés y personas con piel sensible. No es una crema sino que tiene la consistencia de una emulsión. No deja el color blanquecino que generalmente dan los protectores solares.
“Permitiría usar un protector solar todo el año, que es lo recomendado por los dermatólogos”, agregó. Además, con respecto a los mosquitos, en países como la Argentina ya produjeron picaduras y casos de dengue en el invierno el año pasado. Por lo cual, el producto podría utilizarse durante todo el año. Los insectos también pueden transmitir la fiebre zika y fiebre chikungunya.
El filtro en desarrollo incorpora aceites esenciales que provienen de plantas aromáticas (como cymbopogon spp, ocimum spp y eucalyptus spp) que han demostrado ser eficaces contra diversos artrópodos hematófagos, y proporcionar una barrera efectiva sin comprometer la seguridad y la salud humana.
“En nuestros laboratorios, perfeccionamos un método in vitro para determinar el factor de protección solar, específicamente para emulsiones con nanopartículas de óxido de zinc y dióxido de titanio. Este enfoque riguroso nos permite evaluar de manera precisa el desempeño de estos filtros inorgánicos ultravioletas de amplio espectro, asegurando que cumplen con los estándares más exigentes de protección solar”, explicó Marcos Grunhut, investigador del Conicet y director de SIODA en el INQUISUR en un comunicado.
“Buscamos generar productos innovadores que impacten positivamente, y creemos que este protector multifuncional lo hará, en tres áreas clave: la salud pública, al prevenir enfermedades causadas por la exposición solar y el dengue; el desarrollo económico, al propiciar el crecimiento y expandir oportunidades de una microempresa bonaerense; y el sector de ciencia y tecnología, al generar actividades de transferencia de conocimiento”, señala Lassalle.