Es una infección causada por un virus que se describió en 2015. Cuántos casos se han detectado y cómo se transmite según el departamento de Salud de Alaska, en los Estados Unidos
Un hombre mayor se convirtió en la primera víctima mortal de la viruela de Alaska, una enfermedad viral que había sido descripta recién en 2015. Se trata de una zoonosis, es decir, una enfermedad que puede ser transmitida al ser humano por contagio directo con el animal enfermo o mediante la presencia de algún intermediario.
Desde ese año hasta ahora, se han reportado sólo 7 casos de personas afectadas por la enfermedad, según el Departamento de Salud del Estado de Alaska.
El séptimo caso es del hombre que falleció el mes pasado. Había notado en septiembre pasado que tenía una pápula roja en su axila y había ido a la consulta médica. Antes había estado en contacto con un gato suelto.
“Este es el primer caso de infección grave por viruela de Alaska que resulta en hospitalización y muerte”, dijo el departamento de salud en un comunicado.
El patógeno que causa la infección es parte del género de los Ortopoxvirus, como también lo es el virus de la viruela humana (ya erradicada) y el de mpox (antes llamada viruela símica), que generó brotes en múltiples países en 2022 y llevó a que se declarara la emergencia de salud pública de importancia internacional.
De acuerdo con las autoridades sanitarias, los 6 casos anteriores del virus de Alaska habían evolucionado favorablemente. La infección se había autolimitado.
En cambio, el hombre que fue afectado por la viruela de Alaska tenía el sistema inmunológico debilitado porque había recibido antes un tratamiento contra el cáncer. Esa situación probablemente haya contribuido a que sufriera un cuadro grave.
En qué animales se encuentra el virus
Los expertos afirman que la enfermedad suele producir cuadros leves generalmente y que las infecciones siguen siendo muy poco frecuente en humanos, ya que el virus se encuentra principalmente en poblaciones de pequeños mamíferos en toda Alaska. El patógeno se encuentra en topillos de lomo rojo y musarañas, así como a otros roedores como las ardillas rojas.
“Sin embargo, es probable que el virus esté más extendido en las poblaciones de pequeños mamíferos de Alaska, y las infecciones en humanos pueden haber ocurrido en otros pacientes pero no haber sido diagnosticadas. Los animales domésticos (perros y gatos) también pueden desempeñar un papel en la propagación del virus”, afirmó la autoridad sanitaria.
Hasta ahora, no se ha documentado ninguna transmisión del virus de Alaska entre humanos. Sin embargo, como se tiene en cuenta que otros patógenos del mismo género sí pueden transmitirse por contacto directo con lesiones cutáneas (como mpox), se recomendó que los afectados deben tener la zona de la piel afectada con un vendaje para evitar la transmisión.
Joe McLaughlin, epidemiólogo estatal y jefe de la Sección de Epidemiología de Alaska del Departamento de Salud de Alaska, consideró que si bien el virus fue descripto hace 9 años, “es muy posible que haya estado presente en Alaska durante cientos, si no miles, de años”.
“Es posible que los casos ocurrieran antes de 2015 y fueran solo subclínicos o ligeramente clínicos y simplemente no se diagnosticaran”, afirmó en diálogo con CNN.
El primer caso de infección por el virus de Alaska se notificó en julio de 2015 en una mujer que vivía cerca de Fairbanks, en el centro de Alaska. El caso más reciente, que derivó en la primera muerte reportada, es también el primero descubierto fuera de Fairbanks: se detectó a unos 800 kilómetros al sur, en la península de Kenai.
Implica que el virus de Alaska está más extendido geográficamente de lo que se pensaba. Los Centros para el Control y la Prevención de las enfermedades de los Estados Unidos (CDC) informaron que hizo la secuenciación genómica de la muestra del hombre que falleció y se encontró diferencias entre ese caso y los grupos de casos que se habían estudiado de Fairbanks.
Cómo se había contagiado el hombre que falleció
Aún no está claro cómo el hombre había adquirido la infección. Vivía solo en una zona boscosa, no había viajado recientemente ni había tenido contacto estrecho con alguien que hubiera viajado recientemente.
Le dijo a los médicos que había estado cuidando de un gato callejero en su casa. También contó que el gato le arañaba a menudo, incluyendo una vez cerca de su axila derecha, alrededor de un mes antes de que se diera cuenta de que allí se había formado la pápula roja en la piel en septiembre de 2023.
El gato fue sometido posteriormente a pruebas para detectar otros virus orthopox, y todas las pruebas dieron negativo, según el Departamento de Salud. Aún así, los funcionarios de salud dijeron que era posible que el gato callejero podría haber sido la fuente del virus.
Las personas con viruela de Alaska han tenido una o más lesiones cutáneas y otros síntomas como inflamación de los ganglios linfáticos y dolor articular o muscular. Varios pacientes pensaron inicialmente que tenían una picadura de araña o insecto.