Muchas veces, la violencia se encuentra tan normalizada que nos cuesta identificarla
EL HERALDO DE MEXICO. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), realizada en el año 2021, el 70 por ciento de las mujeres mexicanas mayores de 15 años han sufrido una situación de violencia a lo largo de su vida. Esta dolorosa cifra nos ayuda a comprender la magnitud de la violencia de género que se vive en el país y como ésta se encuentra arraigada en la sociedad, por lo que es necesario señalar los actos violentos que se han normalizado por muchos años.
¿Cómo saber si me encuentro en una relación violenta?
De acuerdo con Marilú Rasso Ibarra, directora de la asociación «Espacio Mujeres para una Vida Digna Libre de Violencia», la violencia de género es un tipo de violencia que se ejerce sobre una persona o grupo de personas debido a su género, afectando mayormente a las mujeres y niñas, ya que ésta se basa en las desigualdades de poder históricamente arraigadas.
Es importante destacar que la violencia de género no sólo se limita a la violencia física evidente, sino que también incluye formas más sutiles de control y dominación, como la manipulación emocional, el aislamiento social, la intimidación y el acoso sexual. Estas formas de violencia pueden tener graves consecuencias para la salud física, emocional y psicológica de las personas afectadas, por lo que es necesario identificarlas y nombrarlas para evaluar si te encuentras en una relación violenta.
Si bien, guías como el «Violentómetro» son una gran herramienta para identificar todas las formas de agresión, de acuerdo con Marilú Rasso, se debe tener en cuenta que la violencia se entrelaza y no se presenta de forma ordenada, sino que ésta va creciendo poco a poco e incorpora elementos de coerción que terminan por dejar a las víctimas en un lugar sin salida. Por ello, es importante identificar todas las formas de violencia.
7 claves para identificar si vivo una relación violenta
- Control y manipulación: las relaciones violentas suelen estar impregnadas de un deseo de control y esto puede manifestarse a través de la manipulación emocional, la supervisión constante de tus actividades e incluso la imposición de decisiones unilaterales.
- Desvalorización y humillación: los comentarios despectivos, la ridiculización pública o privada y la minimización de tus logros son signos de un ambiente tóxico que socava la autoestima y el bienestar emocional.
- Aislamiento: los agresores a menudo buscan aislar a su pareja de sus redes de apoyo y amistades, esto puede implicar desde críticas constantes hacia los seres queridos de la víctima hasta la prohibición directa de interactuar con ellos. El aislamiento perpetúa la dependencia emocional y dificulta la búsqueda de ayuda.
- Violencia física y sexual: aunque puede ser la forma más evidente de violencia, la agresión física y sexual es solo una manifestación de un problema mucho más profundo, por lo que es esencial reconocer que ninguna forma de violencia es aceptable y que el consentimiento mutuo es fundamental en todas las interacciones íntimas.
- Micromachismos: las actitudes y comportamientos sexistas, así como los micromachismos presentes en la vida diaria, pueden ser indicadores de una mentalidad que desvaloriza a las mujeres y perpetúa la desigualdad de género.
- Estrategias de culpa: los agresores frecuentemente recurren a estrategias de culpa y victimización para justificar su comportamiento y mantener el control sobre la otra persona, esto puede incluir la inversión de roles, minimizando la responsabilidad propia y culpabilizando a la víctima por la violencia que sufre.
- Intimidación y amenazas: las amenazas verbales, los gestos intimidatorios y el uso de la fuerza física para controlar o coaccionar a la pareja son comportamientos abusivos que no deben tolerarse en una relación. Sentirte intimidada o amenazada por tu pareja es una señal clara de que la relación es violenta.