Se trata de un trastorno que afecta la frecuencia del ritmo cardíaco. Frente a este panorama, qué alimentos son saludables y cuáles no
La arritmia es un trastorno que afecta la frecuencia del ritmo cardíaco y se puede clasificar en dos grandes grupos: benigna o maligna. La arritmia benigna, la más común, presenta un riesgo de muerte bajo. Se manifiesta con fibrilación auricular, un ritmo auricular irregular y rápido, pero generalmente no causa daños graves al corazón.
Por otro lado, la arritmia maligna resulta en lesiones estructurales en el corazón. Incluye la taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular, caracterizadas por una frecuencia cardíaca elevada, superando las 250 pulsaciones por minuto, y pueden llevar al paro cardíaco, según los expertos.
Estas arritmias malignas ocurren principalmente en corazones enfermos que sufren de enfermedad coronaria, como pacientes que han experimentado un infarto o aquellos con miocardiopatía dilatada, quienes suelen tener una enfermedad de base.
¿Cómo reconocer una arritmia cardíaca? Para empezar, es importante comprender que el corazón tiene un ritmo natural, funcionando como un reloj que late con regularidad.
Cada latido del corazón impulsa sangre a través de las arterias, generando un pulso que se puede sentir en la muñeca o en el cuello. Este ritmo constante es el funcionamiento normal del corazón.
Según una nota de Infobae, del doctor Daniel López Rosseti, una arritmia se produce cuando este ritmo cardíaco se ve alterado, perdiendo su regularidad habitual. ¿Cómo saber si se tiene una arritmia? La respuesta es sencilla: tomando el pulso. Para hacerlo, coloca los dedos índice y anular sobre la arteria radial, en la muñeca, y cuenta los latidos.
Otra opción según el experto, es buscar el pulso en el cuello, bajo la mandíbula, donde se encuentran las arterias carótidas. Al colocar los dedos índice y anular aquí, podrás sentir el latido cardíaco de manera clara y sencilla.
Cuál debe ser la alimentación de una persona con arritmias
La Federación Española del Corazón ha establecido una serie de recomendaciónes para saber qué tipo de alimentación debe seguir una persona que tiene arrtimias
Los expertos aseguaran que es crucial adoptar una dieta cardiosaludable, variada y equilibrada, evitando alimentos ricos en grasa saturada, grasa trans y colesterol. “En las pautas alimentarias para estadounidenses se recomienda limitar las grasas saturadas a un 10 % o menos de tus calorías diarias”, explican desde Mayo Clinic
Por ejemplo, se recomienda sustituir lácteos enteros por lácteos desnatados, mantequilla por aceite de oliva virgen, y carnes grasas por carnes magras como el conejo o el pollo sin piel.
Asimismo, es recomendable evitar embutidos, yema de huevo, fritos comerciales y bollería industrial. “Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”, recomiendan desde la Organización Mundial de la Salud.
A la hora de ir a comprar alimentos, es esencial revisar detenidamente el etiquetado. Optar por productos con bajo contenido en grasa total, grasa saturada y colesterol.
La grasa más beneficiosa para la salud cardiovascular es la grasa monoinsaturada, presente en el aceite de oliva, y los ácidos grasos omega 3, que se encuentran en pescados azules como la anchoa, sardina, boquerón, pez espada y salmón. Se recomienda consumir al menos 3 raciones de pescado azul a la semana.
El aceite de oliva forma parte de la dieta mediterránea, ese plan de alimentación que hace que las personas vivan mucho tiempo, en términos generales. “Entre todos los aceites vegetales comestibles, el aceite de oliva tiene el mayor porcentaje de grasa monoinsaturada, que reduce el colesterol LDL (conocido como colesterol malo) y aumenta el HDL (denominado coloquialmente como colesterol bueno)”, dijo en otra nota Rosseti.
Adempás, es antioxidante, es decir, protege las células del cuerpo, sobre todo las que nos interesan, las cerebrales. Consumir aceite de oliva brinda una protección a nivel neuronal. También colabora con la coagulación sanguínea, evitando tener trombos.
Es importante saber que los métodos de cocción con poco o ningún agregado de grasa, como el horno, la plancha, la parrilla, el microondas, el asado o la cocción al vapor. Esto ayudará a reducir el aporte de grasas saturadas a tu dieta y a mantener tu corazón saludable.
En cuanto a las bebidas, se recomienda evitar el café, el té, las bebidas alcohólicas, energéticas y los refrescos con cafeína, ya que pueden desencadenar arritmias. Un reciente estudio, publicado en el New England Journal of Medicine, vino a traer más información sobre el tema tanto para los amantes del café, como para los médicos.
La nueva investigación halló que beber café con cafeína no afectó significativamente un tipo de “hipo” cardíaco que puede sentirse como un latido interrumpido. Pero sí señaló un ligero aumento en otro tipo de latidos cardíacos irregulares en personas que bebían más de una taza al día. Además, descubrió que las personas tienden a caminar más y dormir menos los días que beben café.
Por otro lado, se recomienda incluir en la alimentación alimentos ricos en magnesio, como los frutos secos, los cereales integrales y las legumbres, ya que la deficiencia de este mineral puede aumentar el riesgo de padecer arritmias.
En nuestra búsqueda constante de una vida saludable, a menudo subestimamos la importancia de minerales como el magnesio. Este elemento, crucial para numerosas funciones corporales, no solo es vital para mantener un equilibrio interno, sino que también juega un papel fundamental en nuestra salud general. La carencia de magnesio puede tener efectos adversos en nuestro cuerpo, afectando desde la actividad muscular hasta la salud cardiovascular.
El magnesio, mineral involucrado en más de 300 reacciones bioquímicas en el organismo, desempeña un papel esencial en el funcionamiento diario. Desde el apoyo a la estructura ósea hasta la regulación del sistema cardiovascular y nervioso, sus funciones son diversas y vitales.
Consecuencias de la falta de magnesio La deficiencia de magnesio puede manifestarse de diversas maneras, desde síntomas leves hasta efectos más graves. Los primeros signos de deficiencia pueden incluir pérdida de apetito, fatiga y debilidad, seguidos por entumecimiento, calambres musculares, cambios en la personalidad e incluso latidos cardíacos irregulares en etapas más avanzadas.