“Hemos sufrido mucho, ya queremos regresar a Ecuador”, expresa Diana Estefanía Tenezaca, quien perdió contacto con su esposo
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Del grupo de 10 migrantes indocumentados que el lunes se fugó de un vehículo del Instituto Nacional de Migración en el módulo instalado en Carretera 57, algunos fueron recapturados y otros lograron obtener refugio en la parroquia del Verbo Encarnado.
Anhelando terminar lo más pronto posible con la fallida intención de alcanzar el –sueño americano- la ecuatoriana Diana Estefanía Tenezaca Suárez, dijo que mientras ella suplica porque Migración la devuelva a su país, su marido Angelo Antonio González Coto reapareció en Tapachula, Chiapas.
“Ya no queremos seguir, hemos sufrido mucho, ya queremos estar en Ecuador”, aseguró la sudamericana quien momentáneamente al lado de otros indocumentados están en el templo católico de la colonia Occidental.
Al narrar la odisea que vivió esta semana, dijo que, con su esposo e hijo de 7 años de edad, llegaron a Ciudad Frontera casi a medianoche del lunes a bordo de un tren ferroviario, dirigiéndose entonces a una gasolinera para recargar sus teléfonos celulares.
Agregó que de pronto vieron a varios venezolanos corriendo perseguidos por militares, los cuales fueron retenidos y turnados a Migración. “Les dijimos que nosotros no éramos de ese grupo, pero respondieron que nos enviarían a Migración por ser indocumentados”.
La ecuatoriana, manifestó que cerca de las 5:00 horas del martes, su esposo quien estaba bastante molesto de una patada rompió una ventana de la furgoneta para huir del Centro de Rescate y Procesamiento. Añadió que sus teléfonos les fueron decomisados por Migración con la promesa que les serían devueltos en Tapachula, Chiapas.
Dijo que ella y su hijo menor también saltaron desde la furgoneta, pero que se lastimó un pie siendo enviada por Protección Civil a un hospital, y de ahí la dependencia municipal la trasladó al refugio de la parroquia Verbo Encarnado.
Manifestó que Desde mitad de semana está en ese sitio, y que estaba extremadamente angustiada por la desaparición de su esposo, el cual después de investigar lo ubicó en Tapachula, Chiapas a donde fue enviado, “Ahora lo que más quiero es regresar a mi país”, puntualizó.