Los internos de Vibe hablaron libremente acerca del trato dentro de este centro, y su proceso de rehabilitación
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
“Estamos muy bien en este lugar, no hay malos tratos, no dan las tres comidas y lo bueno de todo es que estamos sanando poco a poco”, expresaron internos del anexo VIBE, donde abrieron las puertas para ingresar y dialogar con algunas personas a azar quienes están en proceso de rehabilitación.
La mañana del viernes, Brenda Narváez propietaria del Centro de Rehabilitación tuvo la accesibilidad de permitir que este medio de comunicación ingresara a las instalaciones, para cerciorarse del espacio y algunas actividades que se realizan en el interior.
Cabe hacer mención que, el anexo tiene actualmente 90 internos en rehabilitación, de los cuales 5 son menores de edad, estos últimos se encuentran en un área separada de los adultos.
Durante el recorrido que realizó LA PRENSA DE COAHUILA en el anexo, se pudo constatar que las instalaciones se encuentras climatizadas, en orden, limpias y con un ambiente de tranquilidad.
La mayoría de los internos se encontraban concentrados en la sala de juntas, donde atentos veían una película, mientras que otros realizaban tareas de limpieza y pocos permanecían en los dormitorios descansando.
La propietaria del anexo y el director, permitieron que durante el recorrido dialogáramos con los internos que estaban descansando y muy accesibles los jóvenes tuvieron a bien compartir parte de sus experiencias.
Los internos manifestaron en su mayoría haber ingresado obligados por la familia, pero reconocían el problema que vivieron en la calle ante el consumo incontrolable de las drogas.
CRISTAL AL ALCANCE DE TODOS
Coincidieron que, el “cristal”, es la droga que esta al alcance de todos y con precios muy módicos que cualquier persona puede obtenerla, sin embargo, reconocieron que el daño que esas sustancias dejan con irreversibles.
Uno de los internos indicó que, el había ingresado de manera voluntaria por que sentía que estaba perdiendo a su familia debido al grave problema que tenía con las adicciones y después de la rehabilitación que esta recibiendo ha sentido el cambio, asegurando que lo más valioso e importante para el son sus hijos a quien desea volver a ver al salir.
Reconocieron que, lo que orilla al consumo de las sustancias toxicas no es a veces el entorno familiar en el que viven, sino las malas influencias de las personas con las que se juntan.