La Pandilla Salvaje
En 1968 la Warner Bros filmó en los alrededores del Oasis del Norte una de las más grandes películas del Oeste de todos los tiempos, largometraje en el que participaron cientos de parrenses como extras
The Wild Bunch, la Pandilla Salvaje (en español) es una película estadounidense filmada en1968 en Parras de la Fuente, Coahuila, pertenece al género western y fue dirigida por Sam Peckinpah; el largometraje contó con la participación de los mexicanos Alfonso Aráu y Emilio Fernández en los papeles principales.
La trama gira alrededor de una banda de forajidos que envejece en la frontera entre México y Estados Unidos y que intenta adaptarse al cambiante mundo moderno que se sitúa en Texas entre 1913- 1914.
Disfrazados de soldados, el ‘grupo salvaje’, una banda de forajidos encabezada por Pike Bishop (William Holden), y su lugarteniente Dutch (Ernest Borgnine), se adentran en la ciudad de Starbuck para atracar el banco y apoderarse de la nómina del ferrocarril. Pero Deke Thronton (Robert Ryan), un antiguo cómplice de Pike, ahora al servicio de la compañía del ferrocarril, les espera y les tiende una emboscada.
Cuando Pike y los suyos se dan cuenta, ya es demasiado tarde. Se organiza un tiroteo en el que mueren muchos civiles. Pike y sus hombres descubren que los sacos que han robado contienen chatarra y no oro. Se ven obligados a cruzar la frontera y refugiarse en México, donde ofrecen sus servicios a Mapache (Emilio Fernández), un general rebelde.
El presupuesto inicial de la cinta fue de $3,541,420 dólares, una cantidad generosa para una película en aquel 1968 y se le dieron 225,000 pies de película (poco más de 40 horas de filmación a velocidad normal), también un pietaje alto para la época. Cabe decir que ambas cifras fueron rebasadas por el director.
Las primeras escenas de La pandilla salvaje fueron filmadas en Parras y en la cercana hacienda de Ciénega del Carmen. Estas escenas son las del asalto a las oficinas del ferrocarril, la pandilla huyendo de Estados Unidos a México, la visita al pueblo del personaje de Ángel y el encuentro con el general Mapache y sus tropas de filiación huertista. También los últimos 27 minutos de la película fueron filmadas en esas locaciones, incluyendo la entrega de los rifles robados al ejército norteamericano y la escena final.
El asalto a las oficinas del tren tiene lugar en un poblado de Texas, pero el equipo de La Pandilla Salvaje encontró en la plaza de Parras el lugar ideal para la filmación y la adaptaron para recrear el pueblo texano. Esa es la sangrienta escena inicial donde entra la pandilla al pueblo sin saber que van a ser emboscados.
Simultáneamente a esa entrada de la pandilla hay dos acciones simultáneas; una, donde unos niños tienen capturado a un escorpión que es devorado por cientos de hormigas, que de acuerdo a lo escrito fue una idea de El Indio Fernández (a mi me parece como una idea surrealista al estilo de Luis Buñuel y Salvador Dalí), de quien hablaremos más adelante. La otra secuencia es la de un predicador que tiene una nutrida audiencia a la que trata de convencer del pecado de tomar alcohol, son los abstemios.
En esa última escena participaron como extras numerosos originarios de Parras, entre ellos, algunos miembros de las familias más conocidas de la sociedad parrense.
Había varios de apellido Madero, incluso aparece el nombre de Raúl Madero en la ficha técnica de la película.
La parte media de la película de alrededor de 30 minutos de duración fue filmada en los alrededores de Torreón y justo en el cruce del estado de Durango, incluidas las escenas del robo al tren, las del cañón y las de la explosión del puente sobre un río que se supone es el río Bravo, pero que fueron filmadas en el río Nazas. Esta explosión es totalmente real, es decir, fue necesario construir un puente de madera y luego volarlo con dinamita. Hoy en día con seguridad hubiera sido más factible hacerlo digitalmente con efectos especiales sin recurrir a tanto realismo y altos costos.
La filmación de La pandilla salvaje causó revuelo en Parras, pues el pueblo fue prácticamente tomado por el equipo de filmación. Las estrellas como William Holden, Ernest Borgnaine, Warren Oates y Robert Ryan se instalaron en los mejores hoteles y casas, algunos en el Rincón del Montero y la Hacienda de San Lorenzo.
Se comenta que muchos integrantes del staff, pues la mayoría eran hombres, eran muy dados a los excesos del alcohol que causaron problemas con algunos de los pobladores.
Durante la filmación hubo trabajo para mexicanos como extras, pero también algunos de los personajes importantes fueron interpretados por actores mexicanos. El más relevante fue el de Emilio “El Indio” Fernández que interpretó al general Mapache del ejército de Victoriano Huerta. Fernández, al igual que los actores de Hollywood, fue tratado como estrella y se hospedó en una gran casa a la que llamaban el “Harem del Indio” porque siempre estuvo acompañado de bellas mujeres.
Participaron también el director Chano Urueta, Alfonso Arau y Jorge Russek, quienes -según un artículo de El Siglo de Torreón- se hospedaron en la casa del general Raúl Madero.
En 1999, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos seleccionó a The Wild Bunch para su conservación en el Registro Cinematográfico Nacional de Estados Unidos por su «importancia cultural, histórica y estética».2 La película se situó en el puesto 80 de las 100 mejores películas estadounidenses del American Film Institute (AFI) y en el 69 de las más emocionantes.3 En 2008, el AFI elaboró una lista de las 10 mejores películas en 10 géneros y clasificó a The Wild Bunch como el sexto mejor western.45 Es el top 14 de las 100 mejores películas de acción de todos los tiempos por GQ.
Reseña realizada con puntos de vista personales y con información del libro “The Wild Bunch (La pandilla salvaje): Sam Peckinpah, una revolución en Hollywood y la realización de una película legendaria”, escrito por W. K. Stratton en 2019 con motivo del cincuentenario del estreno de la película.