A media mañana soleada, el ulular de sirenas de ambulancias, patrullas, y motobombas con torretas encendidas rasgó la monotonía del centro de la ciudad
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
De pronto, los peatones apretaron el paso frente a una postal de gris intenso, donde se elevaban densas columnas de humo que mecidas por el viento anunciaban un incendio en un lote baldío de la calle Jesús Silva, olía a un nerviosismo que contagió el sector cuando el estudiantado de la UANE fue evacuado de emergencia como prevención.
A media mañana soleada, el ulular de sirenas de ambulancias, patrullas, y motobombas con torretas encendidas rasgó la monotonía del centro de la ciudad subiendo la adrenalina en transeúntes y vecinos, pero se desinfló cuando un escuadrón de 10 combatientes de la Central de Bomberos extinguió el fuego que se dijo, fue intencional, pero sin quemados, ni intoxicados.
Algunos transeúntes comentaban en las banquetas que tal vez podría producirse alguna explosión o incendio de grandes dimensiones al ver el humo desafiante, esto por recientes episodios similares registrados en la ciudad, pero después de algunos momentos fue extinguida la última llamarada de maleza, basura, cartón y otros materiales inflamables.
Mientras el fuego languidecía con el agua a presión de los bomberos, los curiosos no apartaban la mirada de la escena, y al igual que los periodistas, grababan video y tomaban fotos de la contingencia, el alumnado de la UANE salió en calma del recinto universitario, algunos hasta con risas difundieron imágenes en redes sociales desde las ventanas de las aulas.
Un estudiante señaló que la velocidad de la noticia ocasionó que los teléfonos del alumnado sonaran constantemente porque sus familiares se comunicaban con ellos para confirmar que estaban bien, entonces sensación de alivio, con las correspondientes recomendaciones de sus padres.
La Central de Bomberos dijo que los tibios rayos solares no pudieron provocar el efecto “lupa” es decir, que provocaran el incendio mediante algún cristal, lamentó que no haya cuidado ni responsabilidad en los lotes baldíos. Las paredes de algunos cuartos quedaron con la huella negra etiquetada que dejó el humo.
La reapertura del tráfico vehicular que había sido cerrado en Jesús Silva entre Miguel Blanco y De la Fuente se produjo momentos después que desapareció la última fogata del terreno baldío, pero con la recomendación de la autoridad; ser responsables evitando incendios.