Ante familiares, amigos y buena parte de la comunidad literaria de Monterrey, Mónica Castellanos presentó su última novela
Régulo Cantú
LA PRENSA
En el estrado se acompañó de Ana Laura Santamaría, directora de la Cátedra Alfonso Reyes del Tec de Monterrey; el escritor Élmer Mendoza y Fernanda Álvarez quien colaboró con Castellanos para editar su libro y dijo que este era un trabajo que, con la relectura, presentaba «nuevos hilos de los cuales tirar». «Eso le da una riqueza muy grande, y eso es, la verdadera literatura. Así que gracias Mónica», expresó.
Ana Laura Santamaría comenzó la presentación resaltando la línea de la autora, su premisa, donde equipara al interior de un hombre, con el interior de una mina: «llena de vericuetos en los que es fácil perderse». «Y aunque esta no es propiamente una novela histórica, y con eso que a los académicos nos da por enredarnos o por ‘hacernos bolas’ con los géneros literarios, sí está basada en una investigación seria y en un ejercicio de la imaginación.
«Bajo la imagen recurrente de la tumba, y de los colores que nos conectan con la vida y con la muerte, ‘Carbón Rojo’ entreteje dos historias, dos duelos: uno familiar, nutrido con la ficción; y otro social, alimentado con la información».
Santamaría concluyó: «Los mineros de Pasta de Conchos fueron silenciados por el derrumbe y luego, nuevamente, por la corrupción. Escuchar su reclamo, traer sus voces, dialogar con ellos, es una manera de tenerlos presentes. La literatura, nos muestra Mónica Castellanos, también es morada y este ‘Rojo Carbón’ también es su morada».
El escritor Élmer Mendoza prefirió platicar con la autora quien dijo a la audiencia: «Creo que, junto con toda la nación nos consternamos (por el derrumbe en la mina de Pasta de Conchos). Pero tiempo después, cuando me entero que hay una historia familiar, y que esas tierras fueron del abuelo de una prima hermana, que le fueron arrebatadas de manera violenta, viene esta pregunta: ¿Pasta de Conchos estaba en esas tierras? Y sí, efectivamente. «Entonces el querer investigar, por un lado, si la historia de la familia era real, que sí era, por otro lado, me llevó a ahondar más en esta noticia de Pasta de Conchos. Allí es donde se genera el primer impacto y esa primera molestia, enojo, indignación, que me empezó a pellizcar, me empezó a no dejar dormir en las noches hasta que no me decidía a poner esta historia en el papel».
HABLA MÓNICA SOBRE ‘CARBÓN ROJO’
Dijo que una tarde hablando con una prima, ella le comentó que su abuelo había sido dueño de unas tierras en la región carbonífera, donde estaba Pasta de Conchos, sitio en el que 65 mineros quedaron sepultados, una tragedia que la indignó, al igual que a todos los mexicanos.
«Voy investigando la nota periodística, las entrevistas que se hicieron con los sobrevivientes, y esas fotografías que había en la prensa, rostros de mineros o de las familias, pues de pronto se convirtieron en personajes de carne y hueso; hombres y mujeres que tenían una historia propia, personal, que desconocía hasta ese momento. «La historia ahí empezó a tomar forma y me inquietó tanto, que en las noches me robaba el sueño y hasta que no me senté a escribirla fue cuando ya me pude quedar tranquila».