Esta celebración inicia con la bendición de las palmas, y se hizo una pequeña representación de lo que vivió Jesús en esta temporada
Oscar Ballesteros
La Prensa
Con la bendición solemne de ramos fue que iniciaron las actividades correspondientes a la Semana Mayor para la iglesia católica; esta ceremonia inició en la iglesia de la Ermita, donde los feligreses se congregaron para después realizar un recorrido hacia la parroquia Santiago Apóstol donde celebraron la misa correspondiente al Domingo de Ramos.
La actividad inició con la bendición de las palmas, como hecho más tradicional de esta celebración, todo esto previo a hacer una pequeña representación de lo que vivió Jesús durante esta temporada.
Los infantes fueron parte importante de esta celebración, puesto que, caracterizados como judíos caminaron representando la entrada de Jesús a Jerusalén, atrás de ellos un gran conglomerado con sus ramos en alto los siguieron en el recorrido; este contingente fue recibido por el resto de católicos en la parroquia Santiago Apóstol, donde se ofició la homilía especial.
“Encontramos a un Jesús que tiene puesta su confianza a su Señor y a pesar de que ofrece su espalda a quienes lo golpean dice, no quedaré avergonzado (…) este es el drama que vive el hombre moderno, la confusión de valores hace que perdamos las raíces de nuestra fe, nos hace sentirnos abandonados, sólo viendo a Jesús crucificado es que encontramos la fe” explicó el Padre Eduardo Neri.
Esto fue dicho sobre el festejo litúrgico, destacando que este domingo marca el proceso de la pasión de Cristo, y la crucifixión es un símbolo de lo más recurrente en esta temporada, sin embargo, hay que saber trasladarla a lo contemporáneo para poder cumplir con el objetivo que fue este acto de misericordia por parte de Jesús.
Finalmente, con la parroquia llena durante la homilía, de nuevo se realizó la bendición de las palmas a los feligreses quienes no tuvieron oportunidad de estar en la bendición solemne.