Falleció el psicólogo Daniel Kahneman quien a pesar de no ser economista fue galardonado con el premio nobel de dicha ciencia en el 2002, debido a sus aportaciones en el estudio en la forma en que los individuos tomamos nuestras decisiones de forma subjetiva, anteponiéndose al Homo Economicus.
De acuerdo con la teoría de la utilidad esperada el individuo económicamente racional, conocido como Homo Economicus, busca obtener siempre el mayor beneficio en la toma de sus decisiones de una forma racional, Kahneman aseguró que los individuos tomamos las decisiones de acuerdo con ciertas percepciones personales más que con la razón.
La teoría de la percepción, como se le conoce a esta aportación de Kahneman a la ciencia económica, afirma que a las pérdidas se le da un valor mayor que a las ganancias, de acuerdo con valores o sentimientos personales, es decir que las decisiones son tomadas con valores subjetivos. Asegurando y con justa razón, que tenemos una aversión a la pérdida es decir que a nadie le gusta perder, incluso a pesar de que el resultado final sea el mismo que al ganar.
Imaginemos que estamos por realizar una inversión, y al platicar con dos amigos, quienes conocen el tema de las finanzas, el primero nos dice que las ganancias de esa inversión durante los últimos meses han disminuido, mientras que el segundo amigo nos asegura que obtendremos ganancias de una manera permanente. Con seguridad escogeremos el consejo de nuestro segundo amigo, esto a pesar de que el primer amigo habla de la misma inversión. Sencillamente es porque tenemos aversión a la pérdida.
Pareciera que Vince Lombardi, legendario entrenador de football americano tiene razón al afirmar: “Ganar no es lo importante, es lo único”.