Por Wendy Riojas
LA PRENSA
“Podemos obtener una buena cantidad de acciones”, expresó el empresario Gerardo Bortoni, luego de que acreedores locales demandan el canje de deuda por acciones como ocurrió con el grupo financiero Argentem Creek, quien posee desde mayo del 2016 un 20 por ciento de participación.
Ayer el empresario monclovense que llevó a Altos Hornos de México al proceso mercantil señaló que es una propuesta aceptable, luego de que la empresa acerera carece de dinero para pagar la deuda de proveedores.
Incluso señaló: “Es lo único que tienen, dinero no tienen. Es una propuesta aceptable, es cuando las acciones menos valen y podemos obtener una buena cantidad de acciones con las deudas que tenemos”.
El empresario consideró que primero deben rechazar la propuesta de los nuevos inversionistas, de condonar el 94 por ciento de la deuda pagando el seis por ciento restante en un plazo de 17 años y posteriormente sentarse a negociar.
Y señaló: “Hay que ser conscientes de la problemática que nos envolvió este tema, hacer una propuesta viable y sentarnos a negociar. Pero, lo primero que hay que hacer es contestar a lo que ellos están proponiendo, decir un rotundo no”.
Y aunque mencionó que todos quieren que Altos Hornos de México vuelva a funcionar señaló: “pero no de esa manera. Nosotros nos sumamos a lo que se tenga que hacer para evitar que esa propuesta sea la que permita la nueva operación”.
Mencionó que los acreedores externos al grupo GAN son más en porcentaje y en cantidad de empresas y que el 51 por ciento no lo juntan el grupo GAN con sus filiales y sus proveedores fieles.
Asimismo, mencionó que mantendrán la postura de una negociación seria, ya que, la propuesta de los nuevos inversionistas no es nada aceptable y representa una burla para todos los acreedores y trabajadores de la empresa.
Y señaló: “Nadie deberá de seguirles el juego así les prometan trabajo. El Frente lo tenemos que hacer todos los acreedores, no solamente los acreedores comunes y las financieras están igual que nosotros”
Por último, reiteró: “Yo considero que deben tener el mismo criterio todas las empresas y todos los acreedores, en el sentido que no podemos permitir que a cinco años de distancia pretendan comprarnos la deuda a nada”.