En su homilía el Diácono pide no expresar sólo con palabras sino con acciones
Oscar Ballesteros
La Prensa
La iglesia católica necesita testigos de la resurrección de Jesús, que no se expresa sólo con palabras, sino con acciones, priorizando el compartir su presencia en la comunidad, contrario a exponer una postura negativa e incrédula, que contagia a toda la sociedad y esto es un pecado en contra del Resucitado, explicó el diácono Miguel Ángel.
Durante la homilía dominical celebrada en la parroquia Santiago Apóstol, a los feligreses se les explicó que, en este tiempo de resurrección, lo más importante es sentir a Jesús con ellos y su comunidad; con esto superar la tristeza, negatividad e incredulidad condiciones que atenta en contra de este capítulo religioso e impide formar una iglesia que denominó -de testigos-.
“Lo más importante es que no se sientan solos, lo han de sentir lleno de vida ante ellos, por qué surge la duda entre nosotros si tenemos la presencia de Jesús entre nosotros; cuando la tristeza nos impide sentir, nos contagiamos unos a otros de pesimismo, de incredulidad estamos pecando contra el Resucitado y así no es posible una iglesia de testigos” fueron las palabras del diácono.
Finalizó el mensaje diciendo que, el ser testigos trasciende por encima de predicar o leer palabras ya escritas, no basta con ello sino -irradiar su espíritu- contagiar la presencia de Jesús con el fin de integrar más ‘testigos’ reales acerca de dicho capítulo con lo cual no volverían a sentirse solos, sino en presencia del mismo para evitar las afecciones mencionadas.