Las altas temperaturas continuarán en abril aunque también habrá precipitaciones. En mayo se prevén días calurosos y un incremento de lluvias mientras el fenómeno de El Niño se debilita
La primavera de este año en México llega a su primer mes batiendo el récord histórico de calor en la capital y con el probable arribo de lluvias que solo serán un paréntesis para las altas temperaturas. Se espera que estas continúen a finales de abril y durante mayo en la antesala del verano, que iniciará el próximo 20 de junio. Los especialistas coinciden en que el estado del tiempo de las próximas semanas será un vaivén entre el calor y las precipitaciones. “Seguirá el calor. Vamos a ver qué tanta intensidad logra presentarse, pero lo importante: lluvias se van a estar generando”, resume el meteorólogo José Martín Cortés.
El lunes 15 de abril, se produjo un nuevo máximo histórico para la temperatura de Ciudad de México, con 34,2° centígrados en el observatorio de Tacubaya del Servicio Meteorológico Nacional en plena ola de calor, la primera de la temporada. El récord anterior ocurrió hace casi 26 años, el 9 de mayo de 1998, con una temperatura de 33,9°. Mientras tanto, los pronósticos en estos días de primavera indican más de 45° en Estados como Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco y Campeche, aunque ya se anticipan probables precipitaciones en días próximos. El viernes, entidades como “Coahuila, Tamaulipas, Puebla, Veracruz, Estado de México, Hidalgo, Ciudad de México y Tlaxcala podrían tener tormentas de mayor intensidad, superando los 25 mm [milímetros] en acumulados”, según una predicción de Meteored, un sitio web de análisis meteorológico.
¿Más récords de calor?
Después del récord de calor en la capital, ¿podrían producirse nuevos máximos de temperatura en semanas próximas? Víctor Manuel Torres Puente, investigador posdoctoral del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que es “altamente probable”. “La experiencia de los años anteriores históricamente ha mostrado que después de un [fenómeno del] Niño muy intenso, en particular para México, siguen eventos de temperatura muy extrema y asociado a eso puede haber un número mayor de incendios y mala calidad del aire, tanto por incendios como por la producción de ozono”, explica. El Niño al que hace referencia es un evento cíclico que se caracteriza por un calentamiento anómalo del océano Pacífico ecuatorial y que provoca una primavera más calurosa y seca.
El meteorólogo Cortés afirma que es “imposible” pronosticar un récord de calor. Asegura, sin embargo, que “a largo plazo existe la posibilidad de que haya récords de calor, no solo en Ciudad de México, sino en otras partes del país”.
En cuanto a las olas u ondas de calor —el Meteorológico Nacional pronosticó cinco entre marzo y junio de este año—, considera que también es difícil hacer una predicción, aunque señala que son más probables bajo el fenómeno de El Niño, como las condiciones actuales. “Se esperaría que el número de ondas de calor aumentara y que fueran más extensas (…) Desde 1980 han aumentado en el planeta, tanto en duración como en frecuencia, porque son habituales conforme ha ido pasando el tiempo y eso está asociado al cambio que se ha dado en la atmósfera debido a la emisión de contaminantes”, asegura Torres Puente.
Lluvias próximas y su origen
Las lluvias que se prevén para los próximos días en el noreste, centro, oriente y parte del sur del país, incluida Ciudad de México y sus alrededores, se originarán por un anticiclón o sistema de alta presión, que consiste en “una circulación de vientos a favor de las manecillas del reloj en la que generalmente se establecen condiciones de tiempo estable”, según un artículo del meteorólogo Juan Antonio Palma. Los anticiclones pueden ser dinámicos (cálidos) o térmicos (fríos).
“Eventualmente los mismos anticiclones en su circulación, en algunos sectores de estos sistemas, puede haber algunas variaciones y generar o ser favorables para que se generen precipitaciones, como lo vamos a experimentar en los próximos días”, detalla Cortés.
Después de las lluvias se espera que a finales de este mes continúe el calor, consideran los meteorólogos Víctor Manuel Torres Puente y José Martín Cortés, y con las precipitaciones habrá un descenso de la temperatura de “alrededor de 7°”, estima el investigador de la UNAM.
“Para mayo se está observando la misma situación: más calor de lo normal pero gradualmente aumentando las lluvias. Hay una incertidumbre en la que algunos modelos muestran que no sería tan caluroso como normalmente es mayo, pero otros están indicando que sí podría ser mucho más caluroso”, añade el meteorólogo Cortés.
La transición de El Niño a La Niña
Conforme avanza la primavera los expertos tienen mayor certeza sobre la inminencia de la transición del fenómeno de El Niño al de La Niña en el verano. A diferencia del primero, La Niña cambia la circulación global cuando la temperatura de la superficie del mar del Pacífico ecuatorial presenta una anomalía igual o inferior a -0,5° por al menos un mes y propicia lluvias.
“Una cuestión muy particular que podría enfatizar es que todo mundo ha supuesto que en los años Niña llueve más en México, tenemos referencia de ello. Sin embargo, antes de este año, los tres anteriores, ha habido Niña y hemos visto que la precipitación ha sido menor”, reflexiona Torres Puente.
Cortés explica que en la medida en que El Niño se va debilitando habrá una transición a una “parte neutra”, en la que las temperaturas del mar se normalizan, y después llegará el fenómeno de La Niña. “Es una buena noticia en el aspecto de que puede ya terminar esta fase cálida, que podría terminar o acercarse a su fin en el transcurso de mayo”. La previsión del especialista es que con La Niña habrá una temporada de lluvias y de ciclones tropicales de mayores precipitaciones sobre varias zonas del país, principalmente la franja del centro y sur, desde el Valle de México a Veracruz, el Golfo de México. También hacia la península de Yucatán y parte del Pacífico Sur, desde Guerrero hasta Chiapas.
Por lo pronto, sigue en curso la primera ola de calor en México. El investigador Torres Puente ha alertado sobre los impactos de las altas temperaturas en el país, sobre todo en cuanto a la disponibilidad de agua. El pasado 8 de abril, el Sistema Cutzamala tenía un nivel de almacenamiento del 34%, lo que representa 266,26 millones de metros cúbicos, según la Comisión Nacional del Agua, una disminución que se ha mantenido en los últimos meses. “Tal vez sea el momento de darse cuenta de que durante la primavera más de la mitad de la región mexicana (centro y norte) vive en condiciones atmosféricas que se asemejan a las de África. Como ejemplo de esto (…) dos sondeos diferentes durante la primavera sobre la Ciudad de México y Agadez, Nigeria. El promedio de las condiciones atmosféricas secas durante mayo de 2013 (…) es similar al de un día típico sobre el desierto africano, particularmente en la altura de la Ciudad de México”, señala el académico en un artículo publicado en la revista Atmósfera de la UNAM.
