Con sólo una semana anexado en Sanaréh, uno de ellos clama que lo rescaten
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
Internos que escaparon del anexo confirman todas las atrocidades que vivieron durante el tiempo que permanecieron en el Centro de Rehabilitación SANARÉH; en el caso de uno de ellos, una semana fue suficiente para ser testigo de lo que en interior del anexo ocurre, por lo que pidió a su familia lo rescatara.
Los padres de familia de internos que lograron fugarse del anexo la mañana del miércoles, dieron a conocer que nunca sospecharon que sus hijos eran victimas de tanta crueldad y fuertes castigos, mucho menos que no eran bien alimentados pese al alto costo que semanalmente pagaban.
Ana María Ordoñez, madre de familia de dos jóvenes que permanecían anexados informó que José Luis y Carlos Eduardo fueron internados por problemas con las adicciones uno de ellos tenía ya 9 meses internado y el otro de sus hijos apenas cumpliría tres meses.
Manifestó que, el día de antier ellos junto a más compañeros decidieron escapar porque estaban cansados de sufrir los maltratos, fuertes castigos y la falta de alimento, que en ocasiones se veían en la necesidad de comer de la basura para calmar el hambre.
Entre lágrimas la madre de los jóvenes ahora ex internos, lamentó que sus hijos hayan tenido que sufrir todo eso, mientras lo que ella buscaba era una rehabilitación para ayudarlos a salir de las drogas, sin embargo, lo que encontró en ese lugar dejo más daño psicológico a sus hijos.
Por su parte un ex interno de SANARÉH informó que, luego de que sus compañeros habían escapado la mañana del miércoles el aprovecho la visita de sus padres para solicitar lo rescataran y voluntariamente ellos pidieron el alta.
Reservó sus generales por temor a represalias, pero dio a conocer que el apenas había sido ingresado hace una semana y fue el tiempo suficiente para darse cuenta de todo lo malo que ocurría en el anexo.
“Esto es lo peor, peor que la cárcel, estuve seis días y fueron los suficientes, hay mala comida, nos obligan a bañarnos con todos, nos limitan el agua, compartir todo desde el cepillo dental, hasta el rastrillo”, lo expresó el ex interno.
Agregó que, fue testigo de los fuertes castigos que ponían, cuando eran atados de pies y manos con “esposas”.
Relató que, el escape de sus compañeros fue a temprana hora del miércoles y nadie de los encargados se había dado cuenta, hasta minutos más tarde y en ese momento el resto de los internos fueron encerrados en un solo cuarto para evitar más conflictos.
“La familia de los que aún están aquí, vengan por ellos, estas personas sólo engañan a nuestras familias, dicen que hay cursos y nada de eso es verdad”, finalizó el ex interno.