Una deliciosa y apetitosa reliquia
Lo que inició en la década de los 70s como la promesa de un padre de familia, es hoy una tradición religiosa, cultural y gastronómica que cumplió medio siglo
Por: Roberto Hernández
LA PRENSA
Hija de don Gonzalo Velázquez y de doña María Guadalupe Hernández, la señora Lucero Velázquez, asumió desde hace 14 años la manda que su papá le heredó antes de morir; realizar la Gran Fiesta al Santo Madero.
Y es que organizar un festejo al que asisten cientos de personas, en el que participan danzantes y en el que tradicionalmente se les tiene que dar de comer a todos, -incluso a los que no asistieron- es un verdadero reto, el cual se convierte en un enorme desafío tomando en cuenta el hecho de que Lucero, no se encuentra trabajando actualmente.
¿Cómo y cuándo empezó esta tradición? ¿Cómo se logra alimentar a todos los asistentes al festejo? Y ¿Por qué en pleno 2024, ella sigue religiosamente está tradición que le heredaron sus padres?
¿CÓMO Y CUÁNDO EMPEZÓ LA TRADICIÓN
Lucero comparte con la Prensa que cuando la tercera de sus hermanos, -una niña- se le descubrió una grave enfermedad denominada hidrocefalia, sus padres fieles creyentes católicos al Santo Madero, le pidieron que les hiciera el milagro de que viviera y ellos a cambio le realizarían mejoras a la iglesia, a la capilla, y todos los años harían una celebración.
Asi las cosas – después de que se les concedió el milagro- aunque sus padres ambos son originarios de Parras de la Fuente, por cuestiones del trabajo vivían en Aguascalientes y por fortuna, en ese momento económicamente les iba muy bien, por lo que agradecidos con el Santo Madero, procedieron a cumplir su promesa.
“Asi que desde Aguascalientes, venían los primeros días de mayo, para celebrar la Fiesta de la Santa Cruz a Parras. Todos los años venían de allí y traían todo danza, pólvora y todo lo necesario para la reliquia”, plática doña Lucero.
Dijo que don Gonzalo, buscaba la manera de hacerle mejoras a la Iglesia del Madero, “detallitos”, asi los describe la entrevistada.
“Saben que les hace falta esto, necesita aquello. O hay que darle su manita de gato de una u otra forma. Y pues llegaba el 3 de mayo y desde muchos días antes, juntaba gente, ya estaba ahí. Y ya sabes, lo vamos a pintar, vamos a arreglarlo. Vamos ponerlo bonito”.
El hecho de que Don Gonzalo, viviera en Aguascalientes, lejos de perjudicar su amor por el Santo Madero, al contrario, le permitió equiparlo y mejorar el templo.
“Buscaba allá en las iglesias con los sacerdotes, si desocupaste la campana de tal iglesia pues dónamela para el Santo Madero o de alguna manera hacemos algún intercambio por ahí y ya los traía para acá”.
Cuenta Lucero que incluso a los propios sacerdotes cuando realizaban remodelaciones y renovaciones de sus iglesias, le hablaban a su padre para que fuera recoger bancas, campanas.
Con relación al barandal, cuenta que su padre juntaba el aluminio y tenía un compadre que se dedicaba a fundirlo y “se propuso a estar juntando y juntando y fueron haciendo las piezas del barandal de arriba. Ya una vez que unió todas las piezas, pues ya las trajo y las fue colocando alrededor de la iglesia”.
Señaló que la cúpula de la Iglesia, su padre la renovó tambien: “desde allá trajo el ladrillo y poco a poco lo fue colocando. Siempre buscaba hacerles mejoras, de una forma o de otra”.
Agregó que lo último que se propuso fue pavimentar el acceso a la iglesia, porque antes era de grava, por lo que empezó a organizarse con sus amigos, con las autoridades para juntar cemento y grava para construir planchas de concreto y a raíz de este esfuerzo, más se sumaron a este proyecto.
“El gobernador y el municipio empezaron a ver que era una buena opción pavimentarlo, y fue entonces cuando pusieron el estampado y ya después metieron el barandal de la parte de abajo”.
DON GONZALO NO BUSCA RECONOCIMIENTO
Él siempre estaba buscando, de una manera u otra, hacerle mejoras. Lo que sí nos dijo, yo no lo hago con la intención de que a mí me lo agradezcan. Lo hago porque a mí me nace y por yo quiero al Santo Madero.
Don Gonzalo Velázquez, falleció un 14 abril del 2010, en Aguascalientes, pero como su última voluntad, pidió que lo trajeran a su pueblo.
“Y yo, pues parece raro, pero soy la menor de 11. Y lo único que me dijo, ¿sabes lo que te dejo hija? Dije, ¿qué, papá? Dijo: lo único que te voy a dejar en herencia es mi hija. Y dije, ¿qué, papá? Y él dijo: Os voy a dejar en herencia”.
¿POR QUÉ EN PLENO 2024, SIGUE RELIGIOSAMENTE ESTÁ TRADICIÓN QUE LE HEREDARON SUS PADRES?
“Yo soy la menor de los once hijos. Y ¿sabes que me dijo? Mija lo único que te voy a heredar es mi manda. Será lo único que a usted le toca y dicho y hecho no me tocó nada más, que la manda. Pero con eso soy más que bendecida.
Destaca que, aunque tiene diez sus hermanos y que cada uno de ellos pone su granito de arena y apoyan a su manera el festejo, principalmente entre ella y su hermana organizan todo.
¿CÓMO SE LOGRA ALIMENTAR A TODOS LOS ASISTENTES AL FESTEJO?
Añade que aunque fue una manda de su padre con el Santo Madero, en estos 50 años se ha consolidado como una fiesta para todo el pueblo.
Cuestionada sobre cuantas gentes entre danzantes, fieles católicos, asistentes e invitados acudieron a comer la reliquia, calculó que entre charolas y platos a lo largo del festejo habrán sido como mil personas.
Entre risas, comenta que algunos de los asistentes además de comer ahí, vienen con toper e incluso su contenedor se llevan guisado para su casa.
El plato fuerte, es asado de puerco, el cual es acompañado con arroz, tallarines, espagueti, macarrones. La sopa y el guisado se sirven con tortillas de maíz y con la tradicional agua de piña.
Al preguntarle el porqué del agua de piña: entre risa contestó “No lo sé, así lo tenemos marcado. Pero siempre ha sido agua de piña. Lo que pasa es que antes traía la danza de Aguascalientes mi papá les preparaba agua de piña y les compraba sotol y al final se les acaba revolviendo el agua de piña con el sotol .
(Zotol o sotol es una bebida de carácter fuerte, su gradación va de 38 a 45 por ciento de alcohol, tiene un sabor ahumado que recuerda leña y tierra).
UNA DELICIOSA Y APETITOSA RELIQUIA
Y es que la casa marcada con el número 114 de la calle Santo Madero de la colonia Saltillo 400, se convirtió la mañana de este viernes 3 de mayo, Día de la Santa Cruz en el expendio de comida más grande de Parras.
Lucero, nos comparte que en coordinación con cinco familias, prepararon 23 cazuelas de comida, de asado de puerco, arroz, tallarines, espagueti, macarrones y sopa; las cuales repartieron con unos 50 kilogramos de tortillas y varías vaporeras de agua de piña.
Se estima que se requirieron de al menos 35 voluntarios para poder preparar y tener todo listo, para que en punto de las 13:00 horas iniciar con la distribución de los alimentos, entre los cientos de asistentes, que desde temprana hora hicieron una larga y prolongada fila de más de tres cuadras sobre la calle Santo Madero.
¿REPRESENTA UN GASTO MUY FUERTE, ALIMENTAR A TANTAS PERSONAS?
Afortunadamente no es un gasto que diga uff. Lo que yo hago por ejemplo, son rifas, actividades, empiezo en diciembre, enero. Y hay gente que me dice, Lucero, tengo esto, rífalo. De hecho, en diciembre comencé con un paquete de disco y una charola de cerveza. Eso es porque un amigo me dijo que gané esto en diciembre, pero no yo tomo, así que rífalo”.
Señala que tiene amigos conocidos y familiares, que le dicen: “Lucero pásame la lista” y ellos mismos van apoyando con tortillas, azúcar, carne y con piñas.
¿LES HEREDARÁ LA MANDA A SUS HIJOS?
Al preguntarle sobre si le dejara esta tradición a sus dos hijos (un joven de 18 y una jovencita de 14 años) señala que este año ella no tenía trabajo y estaba sumamente preocupada por cómo saldría adelante con su manda, pero ellos le brindaron ánimo.
“Y mis hijos de repente se dan vuelta y me dicen: Mamá, ¿estás preocupada? Como quiera vamos a salir adelante”, es decir ellos de ahora ya forman parte de esta tradición.
¿CUÁL ES LA ENSEÑANZA QUE LE DEJA LA HERENCIA DE SU PADRE?
“No hay como la unidad. La Unidad y el saber que Dios esta con todos nosotros. El decir yo soy, yo puedo, yo lo hago y yo lo logro con el apoyo, principalmente, de Dios, de mi familia y de cada uno de los que formamos parte de la comunidad se logran hacer las cosas”
“Voy cansadísima. Voy a mi casa y voy a darle las gracias Dios de que un año más se dio la oportunidad de cumplir”, finalizó la entrevistada.
