Martha “G” perdió que lo que hoy reconoce como lo más preciado, a sus hijos quienes actualmente tienen 23 y 25 años, y con quienes sólo tiene comunicación telefónica
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
“Soy una madre ausente, fui una madre adicta, reconozco mi error, pero por el amor a mis hijos busqué la rehabilitación”, expresó con profunda tristeza Martha “G”, una madre adicta a las sustancias tóxicas y al alcohol quien se encuentra en rehabilitación.
La depresión y falta de acompañamiento fue lo que orilló a Martha “G”, al mundo de las adicciones y desafortunadamente esta enfermedad la llevó a perder lo más preciado en su vida que fueron sus hijos.
Con total arrepentimiento la madre reconoció que esa enfermedad la hizo perder por 20 años lo más valioso de su vida que son sus hijos, a quien les ha pedido perdón por el daño que les ocasionó.
Martha “G”, es madre de una joven de 23 años y un varón de 25 años, con quienes actualmente solo tiene comunicación telefónica y a quien les ha expresado el arrepentimiento que hay por haber sido una madre ausente, una madre adicta.
“Nunca he sido una madre ejemplar, nuca tuve a mis hijos a mi lado, fue algo muy difícil en el mundo de la adicción no siente la falta que te hacen tus hijos, no piensas en nada, pero cuando llega el arrepentimiento, es mucho cargo de conciencia aceptar que perdiste tu vida, porque los hijos son nuestra vida como mamá”.
Resaltó que, 20 años después de haber perdido a sus hijos y haber enfrentado todo tipo de problemas económicos, psicológicos y además haber sobrevivido a un intento de feminicidio, terminó por aceptar su error y buscar la ayuda especializada en un Centro de Rehabilitación.
Actualmente Martha “G”, lleva dos años como miembro del Grupo de Narcóticos Anónimos donde ha recibido el apoyo para alejarse de las adicciones y su vida a dado un giro de 360 grados.
“Ahora hablo con mis hijos otra vez, ya soy abuela, mi hijo me dice que me ama, mi hija me dice que me agradece que la haya dejado y ese sentimiento de culpa crece aún más, no puedo disfrutar de mis hijos de mi familia por ese error que cometí”.
Este 10 de mayo para Martha es un día difícil al tener que aceptar esos errores del pasado, pero expresó de corazón amar a sus hijos y reconoce son lo más valioso de su vida y por quien lucha para recuperarlos.