El Obispo pidió también que Dios conceda sabiduría y prudencia para saber administrar y cuidar el agua
Sonia Pérez
LA PRENSA
Tras reconocer que existen limitaciones y que no siempre hemos sabido administrar y proteger el don del agua, el obispo de Saltillo, Hilario González García, pidió a Dios, por intercesión de San Isidro Labrador, a quien celebraron este jueves como patrono de la comunidad de Arteaga, el don de la lluvia.
Invitó a los católicos a realizar una fuerte campaña de oración para pedir que llueva.
Durante la celebración de la misa de esta fiesta patronal en el municipio Arteaga, el obispo pidió también que Dios conceda sabiduría y prudencia para saber administrar y cuidar el agua.
“En esta fiesta la petición obligada es el don de la lluvia, que viene del cielo, y no solamente del cielo físico, sino también de la ciencia y la tecnología, para el ciclo hídrico; porque sabemos que hay posibilidades y hay que poner los medios científicos y humanos, pero siempre es un don, un don que hay que pedir”, recalcó.
González García pidió que la lluvia no sólo es para calmar la sed física o la de este mundo, sino para satisfacer la sed espiritual y de la santidad.
Recalcó, que San Isidro es el patrono de esta comunidad y está relacionado con el trabajo del campo, los labradores, las cosechas y la lluvia, y todos los elementos que tienen que ver con el cultivo de la tierra.
Recordó que este Santo fue un laico casado y podía unificar el trabajo del campo con la espiritualidad; es decir, que cumplía con su trabajo como labrador y su devoción con Dios.
Es necesaria la lluvia, que proporcione el agua para nuestros campos y para nuestra ciudad, como signo de vida.