Desde adolescente le emocionaba la idea de manejar esos imponentes vehículos; madre de varias hijas enfrenta el desafío de los caminos más inhóspitos, pero también los más bellos paisajes
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
Ser trailera fue un sueño que Nayeli Rivera Gutiérrez de 31 años de edad pudo hacer realidad; es un oficio que siempre quiso ejercer y el cual le permite darle una mejor calidad de vida a sus hijas, pese todos los sacrificios que tiene que hacer la joven madre de familia.
Nayeli es originaria de Monterrey, Nuevo León y frecuentemente recorre las principales carreteras en el Estado de Coahuila a bordo de una unidad de carga pesada, la cual asegura que conduce con mucha pasión, pero sobre todo con una gran responsabilidad.
La joven trailera compartió para LA PRENSA DE COAHUILA parte de la gran experiencia que ha vivido desde que ejerce ese oficio, rompiendo estigmas que solo hombres pueden llegar a ser capaces de hacer.
Rivera Gutiérrez, tiene apenas 31 años de edad, es madre de tres niñas, radica en la Ciudad de Monterrey Nuevo León y tiene apenas 2 años desempeñándose como trailera, oficio que soñaba ejercer desde que tenía 13 años de edad.
Narró que, es única en su familia quien conduce una unidad de carga pesada, sus padres nunca estuvieron de acuerdo con que ella se dedicara a eso y a sus hijas les da mucho temor cuando sale a viajes largos.
Dio a conocer que, viaja por toda la República Mexicana y reconoce que para ella a pesar de que le apasiona la adrenalina y la carretera, es un gran sacrificio el salir de casa y dejar de ver a sus hijas algunos días para cumplir con sus encomiendas laborales.
“A mis hijas no les gusta que me dedique a esto por el riesgo y porque estoy mucho tiempo fuera, pero es un trabajo que me permite darles una mejor calidad de vida, gano un poco más que cualquier otro trabajo que pudiera conseguir como mujer”.
Reconoció que, ha vivido momentos que le aterrorizan, principalmente cuando la inseguridad en el Estado al que le toca viajar es peligrosa, sin embargo, se encomienda a Dios y hace una oración pidiendo por su protección.
Manifestó que, en una de sus experiencias por Coahuila fue cuando su tráiler presentó fallas mecánicas justo cuando ingresaba a zona despoblado en la Mina de Hércules la cual colinda con el Estado de Chihuahua.
“Mi camión se descompuso, no había señal, ni luz, tenía poca agua, no había gente, estaba solo por completo el pueblo, duré ahí dos días en lo que llegaron a reparar mi unidad, esas horas para mi fueron de frustración y miedo”.
Nayeli Rivera, la valiente mujer camionera resaltó que pese a todos los sacrificios y miedos que ha tenido que enfrentar, conducir una unidad de carga pesada para ella es una gran responsabilidad y es algo que hace con mucho amor.