Cambio en la política de aliados occidentales tras ofensiva rusa en Járkov
El Ejército ucraniano ha utilizado por primera vez el permiso otorgado por Estados Unidos y otros aliados occidentales para atacar objetivos militares dentro de Rusia. Utilizando un sistema de cohetes de artillería de alta movilidad HIMARS de fabricación estadounidense, destruyeron parcialmente un sistema antiaéreo ruso S-300/400 en la región rusa de Bélgorod.
«Un bonito incendio. Es un sistema antiaéreo S-300 ruso. En territorio ruso”, escribió Irina Vershchuk, viceministra ucraniana para la Reintegración de los territorios ocupados, en su cuenta de Facebook. Al mensaje agregó una unidad de equipamiento militar ardiendo. “Primeros días después del permiso para utilizar armas occidentales contra territorio enemigo”
Ucrania ha obtenido recientemente el permiso de sus principales aliados para atacar ciertos objetivos militares dentro de la Federación Rusa. Desde el inicio del conflicto, Kiev tenía prohibido atacar territorio ruso por miedo a represalias de Moscú, aunque esta restricción no aplicaba a los territorios ucranianos ocupados por Rusia.
Este cambio en la política coincide con la ofensiva rusa en la región ucraniana de Járkov el mes pasado, donde las fuerzas rusas cruzaron la frontera y abrieron un nuevo frente. La incursión rusa en el noreste de Ucrania generó preocupación en las capitales occidentales y en Kiev, que comenzó a pedir con más insistencia la posibilidad de neutralizar los ataques rusos desde su origen con las armas proporcionadas, apuntando a concentraciones de tropas, aviones, sistemas de misiles y otros objetivos en Rusia.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitró Kuleba, celebró este permiso y explicó que Kiev sigue trabajando para eliminar las restricciones impuestas por sus aliados sobre el uso de armas contra territorio enemigo.