Por: Luis Alonso Armendáriz Otzuka
En la publicación del domingo pasado se presentó una narración jocosa de la planta del guayule. La narrativa del autor fue más allá del conocimiento botánico, ya que la planta contiene látex en toda la estructura de la planta con la posible excepción de las hojas; así las cosas, las vacas no consumieron látex de caucho al comer las hojas de guayule. Con un enfoque formal les comentaré de la contribución a la economía y al inicio del desarrollo industria que tuvo la planta del guayule en el norte árido de México, y en especial a nuestro Estado de Coahuila.
Guayule – Parthenium argentatum – El guayule es un arbusto nativo de las zonas áridas de la parte centro–norte de México. Particularmente se encuentra en los Estados de Coahuila, Chihuahua, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Nuevo León, y el sur de Texas en los Estados Unidos.
Se trata de un arbusto muy ramificado, con hojas de color gris plateado que dan la apariencia de estar cubiertas de polvo, la planta después de varios años de crecimiento alcanza una altura de 60 centímetros y rinde un peso en seco de 0.5 a 1 kilogramo. El guayule es conocido por producir hule. La planta sobrevive sin cuidados algunos de 30 a 40 años con precipitaciones de tan solo 250 a 300 mm anuales, incluso con un límite inferior de 50 mm en sequía extrema.
Desde tiempos remotos era conocido por los grupos aborígenes de la región norte de México, que de la planta del guayule se obtenía un látex de hule. El hule resultante es muy similar al del árbol del hule (Hevea brasiliensis). Fue desde finales del siglo XIX y principios del XX que se dio el interés por obtener un proceso químico para extraer del guayule el látex en forma industrial.
Le correspondió a una compañía alemana que en 1901 se estableció en San Luis Potosí conseguir el proceso; para el año siguiente colocó el primer caucho de guayule en el mercado. La mayor demanda del hule lo fue para la industria automotriz, básicamente para los neumáticos. Tres años después, más de 20 compañías extranjeras invirtieron en nuestro país adquiriendo y arrendando terrenos, así como estableciendo fabricas para procesar el guayule, con una inversión estimada en 15 millones de dólares que para 1910 fue de 32.5 millones de dólares. Posteriormente algunos capitalistas mexicanos entraron al negocio; entre ellos destacan los hermanos Madero que fundaron dos empresas, la Compañía Explotadora Coahuilense de Parras y la Compañía Industrial de Guayule.
Posteriormente los Madero establecieron fábricas en Torreón, San Pedro y Mazapil. Este grupo industrial gozaba de grandes utilidades al tener la ventaja sobre otros productores, ya que, a ser propietarios de grandes extensiones de terreno, no realizaban desembolsos por la adquisición de la planta o arrendamiento de terrenos, además tenían los canales de comercialización directa con Estados Unidos y Europa. De acuerdo a los escasos registros de la relación beneficio-costo, y de los estados de pérdidas y ganancias, se estima que la producción de látex de guayule, para el período de 1907 a 1929 produjo una utilidad de 28 millones de pesos que se distribuyeron de la manera siguiente: 12 millones para dueños de terrenos y organizadores de recolección, y 16 millones para fabricantes y comercializadores. Además de estos valores, se erogaron 12 millones de pesos en derrama salarial distribuidos entre varios miles de peones encargados de la recolección y obreros del proceso. De toda la zona productora de guayule, fue la región de La Laguna el principal centro de la actividad, así entre 1902 y 1912 se establecieron 16 compañías allí.
A partir del año 1907 se comenzó a detectar una disminución considerable del recurso del guayule por la sobre explotación, a pesar de que el territorio cubierto con guayule representaba un área de 300,000 km2 de los cuales 75,000 km2 tenían una densidad de 3,000 a 4,000 plantas por hectárea. En ese año se llegó a considerar que las expectativas para continuar con la producción de látex de guayule estaban en realizar su cultivo; el crecimiento lento de los arbustos y los resultados poco alentadores determinaron la renuncia a establecer plantaciones. Lo escaso de la materia prima y otros factores de la economía, finalmente en 1929 fueron factores decisivos para el abandono de la producción.
El impacto que tuvo la explotación del guayule en el contexto de la economía regional fue que se incorporaron a la actividad productiva tierras que se mantenían ociosas. Se generó en forma significativa el empleo tanto rural como el de manufactura en los poblados. Se generó riqueza que se distribuyó en varios sectores de la población y además fue de impacto fiscal para los Estados involucrados en esa actividad.
Referencias
1. Guayule: alternativa para la producción de hule natural en México. https://www.pt-mexico.com
2. Parthenium argentatum Wikipedia, la enciclopedia libre
3. Parthenium argentatum https://www.conabio.gob.mx>arboles>doctos.pdf
4. Las exportaciones mexicanas durante la primera globalización (1870-1929), capítulo 6. Otros productos agropecuarios.
Productos tradicionales y de recolección. https://muse.jhu.edu>pub/320/monograph/chapter/2583812#ser9
Figura: Distribución del Guayule en el norte árido de México, señalado con línea perimetral. Tomado de Las exportaciones mexicanas durante la primera globalización (1870-1929).
(fin de Parte 1; léenos la próxima semana para Parte 2)
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Por Luis Alonso Armendáriz Otzuka, con apoyo de socios Arqueosaurios A.C. (1997) ~ Arnoldo Bermea Balderas, Juan Latapi O., Francisco Rocha Garza, Luis Alfonso Valdés Blackaller, Oscar Valdés Martin del Campo, Willem Veltman, y Ramón Williamson Bosque.
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