Por Reforma
La Prensa
Tras más de 20 días de haber sido desplazados de sus casas por el crimen organizado, algunos pobladores de Tila, Chiapas, decidieron volver para tratar de retomar su vida.
El traslado ha sido paulatino en los últimos días de esta semana y de acuerdo con conteos de los propios pobladores, entre el 30 y el 40 por ciento de los cerca de 4 mil desplazados han regresado.
No obstante, todavía hay habitantes de Tila en los albergues de Yajalón y Petalcingo, que dicen temer por su integridad.
Los que retornaron admitieron tener miedo, pero dan un voto de confianza a las autoridades.
Las fuerzas estatales y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) escoltaron el regreso de los habitantes y les ofrecieron dar rondines en sus comunidades para evitar ataques o actos de violencia.
Asimismo, algunos establecimientos como tiendas, farmacias, tortillerías y carnicerías volvieron a abrir después de casi un mes.
Las autoridades de los tres niveles de gobierno mantuvieron mesas de diálogo con los afectados y les ofrecieron seguridad permanente en Tila.
Además de ayudar con la reposición de algunas pertenencias y a fomentar acciones en su beneficio en áreas como educación, salud y vivienda.
Esto, ante las demandas de pobladores, quienes acusaron que durante su ausencia, integrantes de las bandas que se disputan el territorio irrumpieron en sus hogares para saquear objetos de valor.
De regreso a Tila, los pobladores cargaron con colchas y cobijas que les regalaron autoridades y habitantes en los albergues.
Los pobladores dijeron que llegarán a casas sin ventanas o con los cristales rotos, con las puertas derribadas, sin objetos eléctricos, sin dinero, sin animales domésticos y con negocios saqueados.
«A empezar de cero», resumió uno de los pobladores.
Autoridades se comprometieron a continuar con el diálogo para avanzar en el pliego petitorio que incluye demandas como la instalación de una base permanente del Ejército Mexicano y el desarme de los grupos que han generado violencia.
Al respecto, organizaciones exigieron atender las causas de raíz y garantizar su segura estancia, al considerar que aún no hay condiciones en Tila.