Ante el único escenario visible para la acerera local, expresa su ira, tristeza y estrés. Muchos trabajaron hasta 40 años entre fuego, gases, ruido y polvos tóxicos
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Las pírricas liquidaciones que recibirían obreros de AHMSA en caso de oficializarse un escenario de quiebra la cual estaría a la vuelta de la esquina, los tiene con ira, impotencia y estrés, muchos trabajaron ininterrumpidamente hasta 40 años entre el fuego, gases, ruido, cables de alta tensión y polvos tóxicos.
Faustino Silva, trabajador del departamento Peletizadora de AHMSA II, quien hace 40 años ingresó a la acerera, dijo que hay que estar preparados emocionalmente para ese cruel escenario, luego de resistir 15 meses sin salarios, ni prestaciones, además la frialdad en empresas donde por lo general se rechaza a aspirantes entre 55 y 59 años de edad.
Este martes, mencionó el sindicalizado en activo de la Sección 288, “se informa que no hay interesados en invertir en Altos Hornos de México, todos queremos la reactivación, pero cada vez es más difícil que así sea, todo eso nos entristece considerablemente, así hemos estado desde el primer mes del año 2023 y a la fecha”.
Muchos, añadió, “lo que queremos es llegar a la edad de 60 años para tramitar inmediatamente la pensión por cesantía en del Instituto Mexicano del Seguro Social, en mi caso particular, me faltan únicamente algunas semanas para alcanzar la prestación social, entonces mi vida estará menos complicada, pero hay otros a los cuales les falta mucho tiempo para alcanzar el beneficio”.
Agregó que el cierre de Altos Hornos de México cambió la vida a miles de trabajadores que luego sufrieron los estragos de la depresión, angustia, miedo y tristeza por falta de ingresos económicos, pero recalcó que la situación es más complicada para los quincuagenarios porque por edad es difícil que los acepten en la industria y el comercio, por lo que en esos casos aumenta la depresión.
El sindicalizado de la Siderúrgica II de Altos Hornos de México y aún miembro activo de la Sección 288 del Sindicato Democrático, señaló que están conscientes de que la quiebra de la empresa les reflejaría un finiquito bastante inferior, en comparación con una salida normal, por lo que subrayó que la impotencia conduce a la depresión como ha sucedido en muchos casos.