Está comprobado que el sedentarismo es una bomba de tiempo silenciosa que corrompe la salud del organismo de a poco, pero constante. Estudios aseguran que permanecer sentado más de 6 horas al día aumenta el riesgo de obesidad, cardiopatías y cáncer y aumentan a un 37% sus posibilidades de morir.
Los ritmos actuales y las modalidades de trabajo han impulsado a la población a llevar un estilo más sedentario por ejemplo, al completar sus jornadas laborales de ocho horas en un escritorio. Pese a que sus riesgos son muy altos, la solución es simple y está al alcance de todos.
La cura para enfrentar al sedentarismo y no morir
Para contrarrestar los efectos negativos de estar sentado mucho tiempo, existe una cura casera, natural y sin medicamentos. Se trata de una práctica que todos pueden hacer y no requiere demasiado esfuerzo físico: caminar.
Una caminata diaria puede reducir el riesgo de muerte hasta 65% si se incrementa el promedio de pasos de 4 mil a 12 mil diarios. Además, este ejercicio favorece la circulación, la digestión, el control de azúcar en sangre y fortalece músculos, huesos y articulaciones.
Esta actividad también presenta beneficios para la salud cognitiva al reducir los niveles de estrés y ansiedad, potenciar la creatividad, la concentración y el aprendizaje y aumentar la serotonina y las endorfinas.
Cómo introducir una caminata en la rutina
Incorporar una caminata diaria en la rutina no es tarea imposible. Esta actividad es muy sencilla de cumplir ya que no requiere de ningún tipo de herramienta y es perfecta para cualquier estado físico.
Comenzar de apoco hasta adquirir el hábito de manera progresiva es un excelente método. Además, se pueden combinar las caminatas con paseos u otras actividades como reuniones o llamadas telefónicas o incluso como modalidad de transporte aunque sean cortas distancias.