Fuiste un faro para alumbrar senderos, para señalar caminos, para conquistar futuros. Luz para descubrir aprendizajes, para leer en los libros y en la vida, para aspirar a ser, hacer y trascender, enseñando a otros a volar para ser siempre mejores
Por: Amador Peña Chávez
Tu nombre no podría haber sido mejor, ni tan significativo como este, porque sintetiza tus cualidades y talentos. MARÍA: con él llevaste como supremo valor el amor, que mueve todos los demás valores, el de tu familia, tus alumnos, la sociedad y en ella acudiendo a los más necesitados: mujeres maltratadas, niños desvalidos, barrios marginales, llevándoles apoyos materiales y afectivos con tu palabra encendida de pasión indiscutible, de entrega, de vocación de servicio, para abrirles un horizonte amplio de pugnar por un mundo mejor y en tu final supiste del sacrificio y lo soportaste con toda entereza como MARÍA MADRE.
LUZ: fuiste un faro para alumbrar senderos, para señalar caminos, para conquistar futuros. Luz para descubrir aprendizajes, para apreciar los bienes culturales, para leer en los libros y en la vida, para aspirar a ser, hacer y trascender, enseñando a otros a volar para ser siempre mejores. Y tus huellas lo siguen señalando.
Fuiste luz de conocimientos, luz de fortaleza y entusiasmo, luz de tenacidad y constancia, luz de lucha ante la desigualdad y la injusticia, luz de libertad y de esperanza.
Amiga Lucy, estoica y firme te prepararse a este trance de trascender a la dimensión gloriosa, era tu deseo que fuera lo menos doloroso posible, de ninguna manera lo quisiste ver como una circunstancia terrible y sombría y hasta te diste tiempo para dejarnos grabado un hermoso mensaje alentador.
Por eso, tu partida no la vemos como una llama que se apaga, sino como el desbordamiento de una inmensa luz que se enciende, no como un acto de inmolación y de derrota, sino como la amiga que se va victoriosa y triunfante, con la dignidad, el orgullo y la satisfacción de los vencedores que le han ganado todas las faenas a la existencia.
Amiga Lucy, hasta pronto, habremos de reunirnos en el sagrado rencuentro prometido por El Señor.
HOY TU CUERPO HECHO LUZ COMO LLAMA VOTIVA, DISFRUTA LA PAZ DEL QUE TE DIO LA VIDA