La vicepresidenta Kamala Harris ha tenido un papel clave en los temas migratorios entre EU y México.
Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y quien podría convertirse en la próxima candidata demócrata, ha ido sumando el apoyo de diferentes personas dentro de la política. Joe Biden abandonó la carrera y respaldó a Harris como posible abanderara, mientras que Nancy Pelosi también ha llamado a la unidad en su favor.
Mientras ‘se cocina’ la candidatura demócrata, especialistas ya analizan cómo sería un escenario con Harris en la Presidencia estadounidense y cómo se vería una relación bilateral entre México y Estados Unidos con ella al frente.
La vicepresidenta ha mostrado su clara postura sobre personas migrantes y migración, ha tenido un papel importante en la gestión de la crisis migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos durante estos últimos años, apunta este lunes Enrique Quintana, director editorial y columnista de El Financiero.
Si bien Harris coincide con la postura del gobierno de México sobre que es necesario abordar las causas de la migración mediante la promoción del desarrollo económico de la región, mantener esta postura podría traer más presión a México.
Quintana apuntó que tanto el gobierno mexicano como el de Estados Unidos (bajo la visión demócrata de Biden y el posible gobierno de Kamala) buscarían atender las causas que ocasionan que las personas migren en la zona y hacia EU, “Harris podría insistir en que México implemente políticas más estrictas para controlar el flujo migratorio hacia Estados Unidos”.
Además, en 2026 habrá una revisión del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En este campo, Harris podría tener una posición fuerte, pues si se convirtiera en presidenta tendría que hacer compromisos con sindicatos de EU, los cuales han insistido que el país concede mucho a México y esto afecta los intereses de trabajadores estadounidenses.
Ello podría en una difícil posición a Kamala para conciliar las demandas de los sindicatos de su país y la relación con México.
En cuanto a la tensión comercial entre Estados Unidos y China, Quintana destaca que durante la administración Biden se ha visto una posición anti-China que podría ser mucho más dura si Donald Trump fuera presidente.
En cambio, con Kamala Harris al frente de la nación, habrá que esperar la reacción del sector empresarial, pues la ahora vicepresidenta se inclina hacia políticas más reguladoras y bajo una perspectiva de justicia social.
En el tema del tráfico de drogas y el combate al crimen organizado, uno de los temas siempre vigentes en la relación México-EU, la postura de Harris podría quitarle presión a nuestro país.
“Si bien se espera que continúe con la cooperación en materia de seguridad, su enfoque podría centrarse más en abordar la demanda interna de drogas en Estados Unidos y en la implementación de políticas más humanitarias para los usuarios de drogas, en lugar de una estrategia exclusivamente punitiva”, destacó Enrique Quintana.
Sea quien sea que gane las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, en México la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum tendrá que prepararse para una relación bilateral renovada y dinámica, habrá que adaptarse a los tiempos, negociar y construir esta nueva etapa.
La candidatura presidencial de Kamala Harris en Estados Unidos es posible, pero los demócratas todavía deben ponerse de acuerdo y nombrarla a ella o a otra persona en las próximas semanas, para unos comicios que se llevarán a cabo en noviembre de este año, mientras Trump ha tenido la delantera en las preferencias, según las encuestas.