El comino, perteneciente a la familia de las umbelíferas, se distingue por disponer sus flores en forma de paraguas invertido
El comino, perteneciente a la familia de las umbelíferas, se distingue por disponer sus flores en forma de paraguas invertido. Sus granos, parecidos a los del arroz pero más delgados y de color café, tienen un sabor y aroma intenso.
Esta especie prospera mejor en climas templados y es más resistente al frío que el anís. Su uso en la cocina es ampliamente valorado debido a que añade un sabor distintivo a diversas preparaciones y platillos.
El comino es una planta pequeña que no supera los 50 centímetros de altura, con frutos alargados y pequeños, de sabor amargo y aroma fuerte. En la cocina, se utiliza frecuentemente como condimento en una variedad de platos.
Además de su papel como condimento para ensaladas y platos de legumbres, verduras, frijoles, carnes o pescados, el comino aporta un toque característico a los currys de diferentes culturas.
También es esencial en salsas mexicanas, quesos y panes, especialmente en la preparación del pan de centeno. Se le atribuyen diversas propiedades beneficiosas para la salud, lo que aumenta aún más su valor como ingrediente culinario y nutricional.
¿Por qué el comino es eficaz para tratar el síndrome del intestino irritable?
Es un alimento rico en nutrientes y minerales que ofrece diversos beneficios a la salud.
Es particularmente rico en hierro, lo cual lo convierte en un aliado ideal para fortalecer las defensas del cuerpo y prevenir enfermedades como la anemia, crucial para la producción de hemoglobina en los glóbulos rojos y el transporte de oxígeno.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el comino es abundante en vitaminas A, B, C y E, así como en minerales como hierro, zinc, potasio, fósforo y calcio. Estos nutrientes contribuyen a la nutrición general del organismo, regulan la presión arterial y promueven la salud dental y ósea.
Un estudio publicado por National Institutes of Health indica que el comino acelera la digestión y aumenta la producción de bilis en el hígado, facilitando así la descomposición de grasas y la absorción de nutrientes en el intestino.
Según La Nación, Yael Hasbani, asesora en Dietética y Nutrición Natural, destaca que el comino no solo mejora el sabor de los alimentos, sino que también beneficia la salud en múltiples aspectos. Entre sus propiedades se incluyen la mejora de la función digestiva, la reducción de la inflamación y el control del colesterol. Además, aporta una variedad de compuestos bioactivos como vitaminas, minerales, flavonoides y terpenoides, todos con propiedades antioxidantes.
Asimismo, es reconocido por su capacidad para mejorar la digestión y aliviar problemas como la dispepsia, los gases y la hinchazón. Un estudio titulado ‘Extracto de comino para el control de síntomas en pacientes con síndrome del intestino irritable (SII)’ demostró que su consumo durante cuatro semanas puede ser efectivo y económico para mitigar los síntomas del síndrome del intestino irritable. Sin embargo su uso debe ser moderado y bajo supervisión.