Sin invertir un solo peso, el grupo que ostenta la propiedad de la siderúrgica pone en marcha la trama secreta denominada “Convenio Concursal en Quiebra”
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
El grupo financiero -Argentem Creek- el cual desde febrero de 2023 no logró invertir un dólar en AHMSA, tiene en marcha una trama denominada “Convenio Concursal en Quiebra” para adjudicarse las áreas rentables proyectando una mini acerera, pero en la disputa aparece también Julio Villarreal de Grupo Villacero, aseguró el analista siderúrgico Sebastián Gómez.
En su observación del lado oscuro de la quiebra, agregó que –Argentem- que lidera Daniel Chapman, luego de fracasar en el proyecto de rescatar AHMSA, está abocado a un plan en secrecía consistente en comprar barato los equipos más funcionales a través de una licitación privilegiada con inversores menores, aunque la disputará con Villacero que ya se acercó al Gobierno Federal.
Gómez, periodista de la agencia Infonor, añadió que a ese plan de –Argentem Creek- se oponen el actual conciliador y eventual síndico, Víctor Manuel Aguilera, y la juez a cargo del Concurso Mercantil, Ruth Haggi Huerta, de quienes ese grupo, busca le autoricen un préstamo a cuenta de algunos equipos de AHMSA ante bancos, que luego se convertirían también en acreedores.
A los trabajadores, continuó diciendo, “si bien les va en caso de consumarse el plan de –Argentem Creek- recibirían una miseria, y para los acreedores no habría nada, en el proyecto para estructurar la nueva “empresita” incluso han contratado directamente a algunos ejecutivos de segundo nivel de lo que era AHMSA”.
“Chapman y los suyos argumentan que favorecerlos con una venta arreglada aminoraría el impacto negativo de la bancarrota, al permitir en unos meses el inicio de actividades a partir del horno eléctrico y unidades de laminación, con la recontratación de un mínimo de personal, para ir creciendo progresivamente”, destaca el columnista.
“Ese es el engañoso discurso que han presentado tanto a nivel federal como al gobierno estatal e incluso a la desorientada representación obrera, su problema es que han mentido tanto que ya nadie les cree”, reiteró Gómez.
“Y no solo desaparecerán los derechos contemplados en los contratos colectivos de los obreros y los beneficios de los empleados; además, con la ineludible entrada en quiebra, perderán la atención en el IMSS y los que tengan deudas con INFONAVIT, de no pagar, verán requisadas las viviendas”, puntualizó.