Por Milenio
La Prensa
El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a «la gente mayor» de Chiapas, hablar con los jóvenes de sus familias para ayudar a reducir la violencia que ha azotado al estado.
Al inaugurar el puente atirantado La Concordia, el mandatario aceptó que no le ha gustado la inseguridad que afecta a la región desde hace meses debido al enfrentamiento entre grupos criminales.
«Decirles nada más que estoy pendiente de La Concordia, no me ha gustado, se los digo, lo que ha estado pasando últimamente ya estamos interviniendo, hay que hacer valer el nombre del municipio, La concordia, hay que ir al camino de la justicia, por la paz, por la tranquilidad, transformar por el camino de la concordia.
«Entonces, tenemos que buscar la unidad de nuestro pueblo, la gente mayor hay que hablar mucho con los jóvenes, hablar mucho con los jóvenes, que no se nos desintegren nuestras familias, la familia mexicana es la principal institución de seguridad social, la familia. Y tenemos que mantener las familias bien integradas, y hay que estar aconsejando a los jóvenes», subrayó.
López Obrador consideró que de esta manera la región podrá transitar hacia el camino de la justicia, la tranquilidad y la concordia.
«Por eso tengo fe en que muy pronto toda esta región se va a pacificar y va a volver la hermandad y la concordia», destacó.
El puente de La Concordia se construyó en 16 meses y beneficiará a 300 mil habitantes de 10 municipios de la zona y tuvo un costo de mil 187 millones de pesos.
En su intervención, la virtual presidenta, Claudia Sheinbaum, dijo que con estas obras se terminan prácticas de gobiernos anteriores cuando se hacían estudios de costo beneficio y por eso nunca se beneficiaba a las regiones pobres o alejadas.
«Imagínense, si hubiera sido así, no se hubieran hecho las obras de justicia social que se han hecho para los pueblos originales, como el plan de justicia del pueblo yaqui en el norte del país. Y esa obra representa también eso», destacó.
El puente atirantado, dijo, generará igualdad y refleja la esencia del humanismo mexicano.
«En esta obra hay una palabra que dice no al racismo y otras palabras que dicen no al clasismo, hay otras palabras que dicen que viva la igualdad, abajo la discriminación y abajo la pobreza. Arriba los de abajo», remarcó.